Ocho de cada diez españoles (un 78%) no ha oído nunca hablar de Natura 2000, la red europea de áreas de conservación de la biodiversidad, mientras que el 16 por ciento sí lo ha hecho pero no sabe lo que es y sólo un 6% afirma que conoce dicho proyecto, según se desprende de los datos del Eurobarómetro publicado este lunes por la Comisión Europea.
Se trata de un porcentaje ocho puntos porcentuales mayor que el registrado a nivel europeo, puesto que un 70 por ciento de los encuestados en todo el bloque no ha escuchado hablar de Natura 2000, un 19 por ciento sí pero desconoce lo que es y un 11 por ciento conoce la iniciativa.
No obstante, un 82 por ciento de los españoles considera que proteger la naturaleza es "esencial" para combatir el cambio climático y un porcentaje idéntico piensa que la ciudadanía es responsable de dicho cuidado de la biodiversidad,
El informe también resalta que el 72 por ciento de los encuestados españoles cree que su salud y bienestar están relacionados con el estado de la naturaleza, el 74 por ciento afirma que la biodiversidad es importante para el desarrollo económico a largo plazo y el 77 por ciento señala que es "indispensable" para la producción de alimentos, materiales y medicinas.
Los desastres provados por el ser humano, la mayor amenaza
En este sentido, el 72 por ciento de los ciudadanos españoles considera que los desastres provocados por el ser humano son la principal amenaza para la naturaleza, seguido de la contaminación atmosférica, de los suelos y del agua (70%), el cambio climático (64%), la conversión de áreas naturales para otros usos (54%), la ganadería intensiva y la sobrepesca (53%), la fragmentación de áreas naturales por transporte o infraestructuras energéticas (52%) y la introducción de especies invasoras (41%).
Frente a estas amenazas, los españoles apuestan sobre todo por fortalecer las normas actuales de conservación de la biodiversidad (51%), restaurar las zonas para compensar los daños por la actividad humana (47%), informar mejor a los ciudadanos (44%), expandir las zonas protegidas (43%) y, en menor medida, dedicar más recursos (36%), impulsar la investigación (33%) y tener en cuenta los efectos en la planificación de nuevas infraestructuras (32%).
Además, tres de cada cuatro ciudadanos españoles (un 74%) señala que el objetivo de las zonas de conservación en Europa es proteger a animales y plantas en peligro, pero también para evitar la destrucción de dichas áreas y salvaguardar su papel para aportar alimentos y aire y agua saludables (71%), impulsar un uso sostenible de la tierra (67%), incrementar la calidad de vida de los ciudadanos (64%) y estimular el desarrollo socioeconómico (55%).
Por último, el 48 por ciento de los españoles apuesta por prohibir toda actividad económica que pueda dañar o destruir áreas protegidas, mientras que el 42 por ciento opina que sólo sería aceptable en caso de proyectos con un importante interés público y si los perjuicios son compensados en su totalidad.
Los datos de este Eurobarómetro son el resultado de 27.643 entrevistas en persona realizadas en los veintiocho países de la Unión Europea entre el 4 y el 20 de diciembre del año pasado a encuestados de diferentes grupos sociales y demográficos.
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