La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) considera necesario destinar "importantes inversiones" a mitigar el cambio climático y la adaptarse a este y cree que en esta tarea es "fundamental" el papel que puede jugar el sector financiero para apoyar la transición de Europa hacia una sociedad con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y resistente al cambio climático.
El director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx, subraya que las inversiones del sector público "no bastarán" aunque pueden ayudar, por lo que insiste en que es "indispensable" ayudar a movilizar el capital privado para reorientar las inversiones a la escala necesaria.
En un artículo publicado este martes, Bruyninckx expone que los principales retos para impulsar inversiones respetuosas con el clima, incluyen, entre otros, superar barreras y ataduras previas que existen en el sistema financiero y que prolongan y promueven actividades insostenibles y deben reorientar los fondos hacia iniciativas que potencien la resistencia al cambio climático y reduzcan las emisiones de carbono.
A su juicio, las empresas deben "divulgar de manera coherente y completa" los riesgos del cambio climático como paso previo a adoptar decisiones fundamentadas en materia de inversiones.
Además de mejorar la transparencia sobre los riesgos del cambio climático, la planificación y el compromiso a largo plazo también enviarán señales claras a los inversores.
En este contexto, recuerda que el Acuerdo de París de 2015 estableció el objetivo de situar los flujos financieros "en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero"
Una sociedad de bajas emisiones
Por ello, destaca que el paquete de energía limpia propuesto por la Comisión Europea "confirma el compromiso de la UE" con una transición hacia una sociedad de bajas emisiones y resistente al cambio climático.
Otra de las cuestiones clave, en su opinión es la frecuencia con que los países carecen de una visión nacional a largo plazo de acuerdo con los objetivos de la UE en materia de descarbonización.
En definitiva, aboga por que las estrategias de financiación contra el cambio climático precisan de la participación de distintos agentes de todos los ámbitos, incluido el local y porque el sistema financiero evolucione también para satisfacer las distintas necesidades.
Al mismo tiempo, señala que una próxima evaluación de la AEMA apunta que muchos municipios europeos siguen sufriendo dificultades para encontrar financiación para sus acciones de adaptación al cambio climático.
Entre otros aspectos la evaluación destaca también la "barrera" que supone la falta de capacidad y de conocimiento para identificar fuentes y solicitar financiación adecuada y, en muchos casos ni siquiera las medidas de adaptación al cambio climático se consideran inversiones "rentables" por parte de los responsables de las decisiones financieras.