Vivimos una nueva semana de relativa tranquilidad en lo relativo a incendios forestales y a 3 de octubre, con el final del verano y el menor riesgo por altas temperaturas, continúa la reducción del número de incendios forestales en activo.
Así, el número de siniestros en la Península hoy es muy limitado, reduciéndose a apenas dos focos importantes. El siniestro más activo se sitúa en la provincia de Badajoz, en la margen derecha del río Guadiana, en las cercanías de Mérida. El otro incendio de importancia, aunque ya en labores de control, se originó en la provincia de Albacete, cerca de la serranía que le separa de la provincia de Valencia.
Hectáreas quemadas por incendios forestales
Hasta el 25 de septiembre han ardido 260.481,76 hectáreas, unas cifras ligeramente inferiores a las de la semana pasada por ajustes en la estadística de extensión de los siniestros. El descenso de las cifras es una buena noticia que muestra la escasa extensión de los siniestros ocurridos durante la última semana, siete días que también fueron benévolos el año pasado, donde sólo ardieron unas 250 hectáreas. Pero en la comparación del acumulado anual, las cifras siguen siendo las peores del decenio, y más de tres veces superior a la media de la década.
El número de siniestros este año llega a los 9.091, unos 150 más que la semana pasada. La cifra sigue algo por debajo de la media del decenio, pero supera en casi 1.500 siniestros los números del año pasado a estas mismas alturas.
Las Regiones del Noroeste siguen abarcando la mayor superficie forestal arrasada, con un 47,99% del total; cifras casi idénticas a las de la semana pasada. Las Comunidades Interiores han reducido ligeramente su proporción hasta el 30,87% mientras las cifras del Mediterráneo han crecido hasta el 20,08%. Canarias permanece invariable con su 1,06% del total siniestrado.
En cuanto al tipo de vegetación arrasada, el matorral y monte abierto sigue siendo la más afectada, con más de 129.000 hectáreas y un aumento de unas 1.300 semanales. Por motivos estadísticos, la superficie arbolada incendiada disminuyó la zona afectada hasta las 113.000 hectáreas, al igual que le ocurrió a la zona de pastos y dehesas.