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Miembros de la comunidad indígena de Villa Ukika, que reúne apenas a medio centenar de personas, la mayoría emparentados / Foto: Alfons Rodríguez
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Dos adultos y un niño yaganes a principios del siglo pasado, en una foto conservada en el Museo Maggiorino Borgatello de Punta Arenas / Foto: Alfons Rodríguez
Pese a la rudeza del clima, los yaganes vivían casi desnudos, con el cuerpo cubierto de grasa de mamíferos marinos para protegerse del frío / Foto: Alfons Rodríguez