La deforestación ha acabado con 43 millones de hectáreas en los últimos 13 años, una superficie que equivale al territorio de California en Estados Unidos o a casi toda España, que cuenta con 50 millones de hectáreas de las que en torno el 55% corresponde a superficie forestal, según un informe de WWF Internacional que denuncia que una de las principales causas de este declive es la agricultura comercial.

El informe Frentes de deforestación: causas y respuestas en un mundo cambiante destaca que la mayor parte de la pérdida de bosques se concentra en 24 frentes de deforestación situados principalmente en América Latina, África Subsahariana, el sudeste de Asia y Oceanía.

Estos 24 puntos tendrían una concentración de deforestación y tienen grandes áreas de bosque remanente amenazado y suman una superficie de 43 millones de hectáreas de bosque, que equivale a un área del tamaño de California. Como ejemplo, España cuenta con 27 millones de hectáreas de superficie forestal.

La ONG denuncia que la deforestación afecta especialmente a la Amazonia, África Central, Mekong e Indonesia. Sin embargo, a estos lugares ya conocidos por el impacto de la deforestación se suman ahora "nuevos frentes" en África Occidental, como en Liberia, Costa de Marfil, Ghana; África Oriental, como en Madagascar así como en América Latina, incluida la Amazonia, en Guyana y Venezuela y la Selva Maya, en México y Guatemala.

La agroindustria, una de las principales causas

 

Asimismo, tras la deforestación, identifica que la agricultura comercial es una de las principales causas, así como la pérdida de bosques para dejar zonas para el ganado y los cultivos.

A nivel regional, en América Latina, las principales causas que arrasan los bosques son la ganadería y la agricultura a gran escala, especialmente para la producción de soja. Por su parte, en Asia la causa principal son las plantaciones de pulpa de papel y palma, mientras que en África la principal responsable de la deforestación es la agricultura de subsistencia.

El informe va más allá y señala a la responsabilidad de poblaciones más cercanas ya que avisa de que una gran proporción de las importaciones de soja de la UE provienen del Cerrado brasileño, que alberga el 5% de la biodiversidad mundial.

Allí la tierra se ha transformado rápidamente para la producción de ganado y soja, lo que ha provocado la pérdida de un tercio (32,8%) de su superficie de bosque entre 2004 y 2017.

La UE es el segundo mercado más grande de soja brasileña

 

En la actualidad la UE es el segundo mercado más grande de soja brasileña después de China. Para la coordinadora de restauración forestal de WWF España, Diana Colomina, ha alertado de que la deforestación "desenfrenada en los trópicos y subtrópicos puede parecer un mundo lejano, pero la creciente demanda europea de productos como soja, carne de ganado, cacao y aceite de palma está echando leña al fuego".

"La UE puede, y debe, dejar de ser parte del problema", considera Colomina que añade que el estudio de la ONG expone también soluciones y respuestas a la deforestación que deben ser "integrales" y "adaptadas" al contexto local y regional.

La iniciativa No te comas el bosque

 

De hecho, el estudio admite que no hay un enfoque único ni criterio universal sino que la respuesta combina múltiples soluciones. En este contexto, recuerda también la petición de la ONG bajo la iniciativa No te comas el bosque que exige una ley en la Unión Europea para mantener fuera del mercado europeo los productos relacionados con la deforestación y la destrucción de la naturaleza, ya que en la actualidad los consumidores no tienen forma de saber si sus compras han contribuido o no a la deforestación.

Igualmente, la ONG insta a garantizar que la producción de estos productos básicos se haya hecho respetando los derechos humanos y que esta ley se aplique también al sector financiero.

Entre las acciones "urgentes", WWF pide a Gobiernos, empresas y reguladores que se apliquen de forma combinada establecer garantías de que los productos procedentes de los bosques se producen y comercializan de forma legal y sostenible.

Por otro lado, reclaman políticas y legislación para asegurar que "todos" los bienes y productos forestales importados, así como las finanzas relacionadas están "libres de deforestación" y modificación de los ecosistemas y respeten asimismo los derechos humanos.

WWF alerta de que el Amazonas en Brasil, que se extiende por 395 millones de hectáreas está "a punto de alcanzar un punto sin retorno" en el que podría perder su balance y sufrirá una disminución de lluvias y estaciones secas prolongadas.

También se refiere al Gran Chaco, que se extiende por Bolivia, Paraguay y Argentina, y que según la ONG tiene uno de los niveles más altos de deforestación en el mundo, principalmente a consecuencia de la producción de soja y la ganadería a gran escala, igual que en el bosque Maya, uno de los bosques tropicales más grandes de América y que abarca Belice, Guatemala y México.

En definitiva, WWF pide a los líderes mundiales que en 2021 logren un nuevo acuerdo para la naturaleza y las personas, que integre a la naturaleza en la recuperación en esta década, aborde el cambio climático y proteja el futuro de la humanidad.

"La acción para abordar la pérdida de biodiversidad, como la deforestación, es esencial para asegurar un mundo en equilibrio con la naturaleza", concluye la ONG.