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Una draga succiona los lodos contaminados del lecho del río, que son bombeados al exterior para su tratamiento / Foto: Josep Cano
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La tubería que aspira los fangos está rodeada por unas cortinas que cuelgan desde unos flotadores hasta el fondo / Foto: Josep Cano
El doble muro protector de planchas metálicas tiene 1.300 metros de longitud y 20 de altura / Foto: Josep Cano
