Un total de 105.679 hectáreas han ardido entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, lo que convierten a 2017 en el tercer peor año del decenio por superficie afectada y también por el número de grandes incendios forestales, los que superan la barrera de 500 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Así, 2017 se cuelga la medalla de bronce de los peores años de incendios desde 2007, por detrás de 2012, cuando ardieron 215.669 hectáreas, y de 2009, cuando en los primeros nueve meses del año se quemaron 117.220 hectáreas.
Con todo, este año el fuego se ha llevado un 75,84% más de hectáreas que en el mismo periodo de 2016 (60.098 hectáreas) y un 31,46% más que la media del decenio (80.385 hectáreas).
Además, también se trata del tercer peor año en cuanto al número de grandes fuegos, con 22 grandes siniestros, por detrás, también de 2012, con 41 incendios de más de 500 hectáreas y 2009, con 35.
En total, en lo que va de año hasta el 30 de septiembre, se han producido 11.742 siniestros; de los que 7.382 fueron conatos, de menos de una hectárea y otros 4.360 fuegos de entre una y 499 hectáreas.
Distribución geográfica
Por tipo de vegetación, 56.554 hectáreas quemadas fueron de superficie matorral y monte abierto; 39.657 hectáreas de superficie arbolada, mientras que 9.468 hectáreas de pastos y dehesas.
En cuanto a la distribución geográfica, el 51,61% de los incendios se produjo en el noroeste; el 32,50%, en las comunidades interiores; el 15,40% en el Mediterráneo y el 0,49%, en Canarias.
Del total de la superficie arbolada, el 39,47% ardió en el noroeste; el 29,86% en el Mediterráneo; el 23,67% en las comunidades interiores y el 7,01% en Canarias.
Finalmente, los datos del Ministerio indican que el 58,33% de la superficie forestal se quemó en el noroeste; el 22% en las comunidades interiores; el 17,03% en el Mediterráneo y el 2,64% del total, en Canarias.