La Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha sancionado a dos activistas de Futuro Vegetal, Alba del Río y Victòria Domingo, con 90.001 euros a cada una por la protesta que tuvo lugar en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el pasado 21 de julio de 2023, según ha denunciado el grupo ecologista.
La sanción se fundamenta en el artículo 48.3.2a de la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea, donde se recoge como infracción muy grave "el acceso no autorizado a la zona de operaciones y a las zonas restringidas de los aeropuertos".
Futuro Vegetal presentará recurso
Desde el colectivo aseguran que ya se está trabajando en la presentación de un recurso, al entender que el derecho a la protesta incluye que ésta deba ser efectiva. Por lo tanto, no creen que este derecho deba verse "coartado por regulaciones administrativas encaminadas a la protección de otros bienes jurídicos de menor entidad que derechos fundamentales como la libertad de expresión".
Non bis in idem, no se puede castigar por dos vías los mismos sucesos
Además, argumentan que esta sanción llega cuando ya existe un procedimiento penal abierto por los mismos hechos, "lo que vulneraría el principio general del derecho de non bis in idem, en función del cual no se puede castigar por dos vías los mismos sucesos".
"No se arrepienten de la acción" y "la volverían a hacer, ya que ni todas las sanciones económicas ni las penas de prisión van a parar la crisis climática"
Por su parte, las dos activistas sancionadas aseguran que "no se arrepienten de la acción" y que "la volverían a hacer, ya que ni todas las sanciones económicas ni las penas de prisión van a parar la crisis climática".
Al respecto, el portavoz del colectivo, Bilbo Bassaterra, asegura que "el hecho de que esta sanción se produzca un año después de la protesta debería levantar suspicacias sobre cuál es el verdadero objetivo de la misma".
Asimismo, Futuro Vegetal considera que "el gobierno de Pedro Sánchez sigue con las mismas políticas climáticas que sus predecesores". "Regar con dinero público a las corporaciones cárnicas y energéticas mientras intentan callar las protestas usando la violencia institucional", cuestionan.
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