La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) ha aprobado una resolución este martes, para un "alto el fuego inmediato" en la Franja de Gaza, tras las solicitudes formales de Egipto y Mauritania. La votación registró 153 votos a favor, 23 abstenciones y 10 votos en contra, incluyendo a Israel, Guatemala, República Checa, Austria, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Estados Unidos.

El texto reitera la demanda de que todas las partes cumplan con sus obligaciones según el Derecho Internacional para proteger a los civiles y exige la "liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes". Esta resolución sigue al veto de Estados Unidos a una propuesta de alto el fuego humanitario en el Consejo de Seguridad de la ONU y a la invocación por parte del secretario general, António Guterres, del Artículo 99 de la Carta de la ONU, alertando sobre la situación en Oriente Próximo y solicitando presión para evitar una catástrofe humanitaria.

 

Legalmente no vinculante

 

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes, tienen un peso moral significativo, representando la resolución colectiva de los miembros de la ONU sobre asuntos críticos. Estas resoluciones también contribuyen a marcos jurídicos y normas clave, derivados de la Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamada en 1948.

La sesión actual es una continuación de la décima sesión especial de emergencia de la Asamblea General, convocada en medio de la crisis en Gaza. La Asamblea General, autorizada a reanudarla por los Estados miembros, se basa en una resolución histórica de 1950 que permite convocar un "periodo extraordinario de sesiones de emergencia" si el Consejo de Seguridad no cumple con su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. La primera convocatoria de este tipo ocurrió en 1997, a solicitud de Qatar, relacionada con la construcción de un proyecto de viviendas en Jerusalén Oriental.