El número de muertos a causa del terremoto de magnitud 6,8 en la escala abierta de Richter que sacudió el lunes la provincia china de Sichuan (suroeste) ha ascendido a 74, según han confirmado este miércoles las autoridades chinas.

Del total de personas muertas, 40 han perdido la vida en la prefectura tibetana de Ganzi, mientras que las otras 34 se encontraban en el condado de Shimian, en la ciudad de Yaan, según ha informado 'China Daily'.

Con todo, 15 personas se encuentran en paradero desconocido y 253 han resultado heridas en Ganzi, incluyendo cinco en estado crítico y 70 gravemente heridas, según información del gobierno provincial de Sichuan.

Las casas y las carreteras en Ganzi han sufrido graves daños, y se ha cortado el suministro de energía a seis municipios, mientras que una central hidroeléctrica mediana y seis pequeñas han sufrido graves daños. Se han registrado más de 10 réplicas desde el terremoto inicial, según ha informado el citado diario.

 

Nivel de emergencia ante terremotos al nivel 2

 

Ante esta situación, el Consejo de Estado de China ha enviado un equipo de trabajo a la zona para coordinar las operaciones de rescate y ayuda a los damnificados que incluye a miembros de los ministerios de Gestión de Emergencias, Seguridad Pública y Sanidad, según ha informado la agencia china de noticias Xinhua.

Asimismo, el organismo ha elevado el nivel de emergencia ante terremotos al nivel 2, el segundo más alto en el gigante asiático, mientras que la Comisión Nacional para la Reducción de Desastres, dependiente del Ministerio de Gestión de Emergencia, ha elevado el nivel de respuesta ante desastres nacionales al nivel 3.

El epicentro se ubicó a 39 kilómetros del condado de Luding, al oeste de la provincia de Sichuan, a 47 kilómetros de la ciudad de Kangding y a 226 kilómetros de la ciudad de Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, ha informado el Centro de Redes Sismológicas de China (CENC).

El presidente de China, Xi Jinping, ordenó el lunes destinar todos los esfuerzos de rescate necesarios para tratar de evitar que la cifra de fallecidos siga aumentando y abogó por supervisar las réplicas del seísmo, protegerse ante posibles futuros desastres naturales derivados del terremoto, y acomodar a los afectados, para lo que puesto a ordenado al Ejército y la Policía que ayuden de forma "activa" en las labores de socorro.