Una filtración de correos electrónicos de trabajadores del gigante farmacéutico Aspen Pharmacare al diario británico The Times muestra que la empresa planeó destruir sus existencias almacenadas de fármacos anti cáncer para poder subir sus precios en Europa hasta un 4.000%. Esta propuesta fue considerada desde 2012, de acuerdo a la documentación a la que ha tenido acceso el diario británico.
En España, Aspen detuvo la oferta de cinco fármacos en mayo de 2014, dejando a los pacientes dependiendo de su compra en el extranjero. Los emails internos de la empresa de octubre de 2014 muestran cómo un trabajador de la oficina de Dublín, desde la que manejan todas las operaciones en Europa, preguntaba qué hacían con las existencias de los medicamentos en España, dada la decisión de detener su venta unos meses atrás.Un ejecutivo senior le respondía que no se podían vender por la decisión de presionar a las autoridades y añadía que si el Ministerio de Sanidad español no aceptaba subir los precios, "la única opción será donar y destruir las existencias".
La compañía quiso aumentar los precios desde que adquirió los derechos de explotación de los fármacos a la empresa GlaxiSmithKline (GSK). Así, en Inglaterra y Gales los precios del Busulfan (usado por pacientes de leucemia) pasó de 6,13 a 76,95 euros en 2013, más de un 1.100%. El precio del chloirambucil, también usado contra la leucemia, creció de 9,86 a 47,79 euros el mismo año.
Presiones y escalada de precios
Aspen compró la gama de fármacos Cosmos de GSK en 2009. Su patente caducó pronto, pero al no tener competencia de otros fabricantes, continuaron operando en el mercado. Así, el incremento en Gran Bretaña fue posible por un vacío legal que permite a las empresas subir sus precios si se abandonan la marca, algo que utilizó Aspen en este caso. Las marcas están sujetas a un control de precios muy estricto, pero el Departamento (Ministerio) de Salud no limita el precio de genéricos sin marca.
En Italia, trataron de subir los precios en octubre de 2013 con la amenaza de dejar de ofrecer los medicamentos en este país. Pretendían un incremento del 2.100% en tres meses, algo a lo que las autoridades italianas finalmente accedieron. Pese a esto, durante algunos meses hubo falta de fármacos, lo que la autoridad de Competencia italiana achaca al plan para presionar a las autoridades.
Los emails filtrados también recogen evidencias de falta de fármacos Cosmos en otros países como Alemania, Grecia y Bélgica en el mismo periodo.
Pese a las evidencias recabadas por The Times, la empresa niega que la detención de la venta de los medicamentos fuese deliberada. Dennis Dencher, CEO de Aspen Pharma Europe, indicó al diario que la carencia de medicinas no había sido deliberada y que de hecho estaban invirtiendo en nuevas instalaciones de producción en Sudáfrica. En cuanto a los precios, declaró que su subida fue "a niveles apropiados para promover una oferta sostenible a largo plazo, a los pacientes".
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