Las víctimas mortales por el paso de la DANA aumentan a 158 personas, la gran mayoría en la Comunidad Valenciana, dos en Castilla-La Mancha y una en Málaga.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha el Servicio de Cartografía Rápida de Emergencia de Copernicus para ofrecer imágenes satelitales de las inundaciones en Valencia, causadas por la DANA, con el fin de asistir en las operaciones de rescate y recuperación.
El quinto balance de fallecidos por el paso de la DANA por la provincia de Valencia deja 155 víctimas mortales, según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.
Asimismo, el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria (Valencia) ha confirmado tres personas fallecidas en la localidad como consecuencia del temporal y no descarta que otra persona pueda haber muerto mientras se encontraba en un sótano sacando agua. Esta posible víctima todavía no se ha localizado.
Esta DANA es uno de los desastres naturales más graves de los últimos 75 años en España, por delante incluso de la riada de Biescas (Huesca) en 1996 con 87 fallecidos y la riada del Turia en 1957, en la que perdieron la vida entre 80 y 100 personas.
Aunque no está claro cuál ha sido el desastre natural con mayor número de muertos en España debido a que solo en las últimas décadas el recuento de víctimas ha seguido una contabilidad más precisa y fiable, las riadas del Vallés de la provincia de Barcelona, en septiembre de 1962, está considerada como la mayor catástrofe natural de la historia reciente, con entre 600 y 1.000 víctimas mortales, además de miles de heridos y una gran cantidad de pérdidas económicas.
En segundo lugar se sitúa la tormenta que en octubre de 1973 se cobró la vida de al menos 150 personas en las provincias de Granada, Almería, Alicante y Murcia. Fue en esta última región en la que unas lluvias torrenciales provocaron más daños, con un total de 89 fallecidos.
Le sigue el reventón de la presa de Vega de Tera, en la localidad zamorana de Ribadelago, que fue ocasionado por fuertes lluvias torrenciales el 9 de enero de 1959. Con la rotura del dique se liberaron ocho millones de metros cúbicos de agua, arrasando con el pueblo y llevándose por delante la vida de 144 de sus 523 vecinos.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha asegurado este miércoles que esta DANA es la gota fría "más adversa" de lo que va de siglo en la Comunidad Valenciana, con un impacto y registros superiores a la DANA de septiembre de 2019 y a la altura de los dos grandes temporales de los años ochenta, el de octubre de 1982, la pantanada de Tous que dejó al menos 30 muertos; y el de noviembre de 1987, con cuatro fallecidos.
Imágenes por satélite de la ESA de las inundaciones en Valencia
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha activado el Servicio de Cartografía Rápida de Emergencia de Copernicus para proporcionar imágenes por satélite de las inundaciones en Valencia por el paso de la DANA, con el objetivo de apoyar las labores de rescate y recuperación.
Spain is suffering its worst flood in decades after torrential rains struck the eastern province of Valencia. The death toll is climbing and people remain missing.
— ESA Earth Observation (@ESA_EO) October 31, 2024
📸These images from Landsat-8 satellite illustrate the scale of the disaster, with images from October 8 and… pic.twitter.com/0KSxEQ55d7
La ESA ha lamentado que España sufre "la peor inundación en décadas" tras las lluvias torrenciales caídas en la provincia de Valencia. "El número de muertos aumenta y sigue habiendo desaparecidos", señala.
Las imágenes del satélite estadounidense Landsat-8 ilustran vívidamente la magnitud del desastre, con imágenes del 8 de octubre y del 30 de octubre que muestran la dramática transformación del paisaje.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el 29 de octubre de 2024 llovió en Valencia el equivalente a un año en sólo ocho horas. Este diluvio causó inundaciones repentinas devastadoras, convirtiendo las calles en ríos, destruyendo casas y arrastrando vehículos.
El Gobierno de España, a través de Protección Civil, ha solicitado activar el Servicio de Cartografía Rápida de Emergencia de Copernicus para proporcionar imágenes por satélite de las inundaciones en Valencia por la DANA.
La DANA que afecta esta semana al país se trata de uno de los desastres naturales más graves de los últimos 75 años en España, por delante incluso de la riada de Biescas (Huesca) en 1996 con 87 fallecidos y la riada del Turia en 1957, en la que perdieron la vida entre 80 y 100 personas.
Un 12% más fuerte y dos veces más probable por el cambio climático
Las lluvias de la DANA, que ya ha dejado más de 150 víctimas mortales, fue un 12% más fuerte y dos veces más probable que en un clima 1,3ºC más fresco. De hecho, las observaciones meteorológicas históricas indican que las ráfagas de lluvia de un día en esta región están aumentando a medida que las emisiones de combustibles fósiles calientan el clima.
Esta es la conclusión a la que han llegado los científicos de World Weather Attribution (WWA, por sus siglas en inglés) en un rápido análisis. La publicación no es un estudio de atribución completo como los que suele hacer la organización, ya que los expertos no han utilizado modelos climáticos para simular el evento en un mundo sin calentamiento inducido por el hombre.
Aún así, los científicos inciden en que la explicación más probable es el cambio climático, ya que una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que provoca aguaceros más fuertes. En este sentido, dicen que la relación Clausius-Clapeyron indica que con un calentamiento global de 1,3°C la atmósfera puede contener alrededor de un 9% más de humedad.
Asimismo, apuntan a un análisis separado llevado a cabo por la organización Climate Central, que defiende que las temperaturas cálidas del Océano Atlántico que agregaron humedad a la tormenta fueron entre 50 y 300 veces más probables por el cambio climático.
En general, los expertos explican que el aumento de las precipitaciones va en la línea con los resultados de estudios previos de atribución de fuertes lluvias en Europa, como los efectuados tras las tormentas Daniel y Boris. Asimismo, insisten en que es probable que episodios similares de precipitaciones extremas se vuelvan más intensos e incluso más frecuentes a medida que el clima se caliente.
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