La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los terremotos en el noroeste de Siria han dejado, por el momento, al menos 9.300 fallecidos en la república árabe; una cifra que, sumada a los 29.605 decesos confirmados hasta ahora por Turquía, elevan el total de víctimas mortales en ambos países hasta los 38.905 fallecidos.
La nueva estimación para Siria ha sido proporcionada por el equipo del director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesusis, quien ha protagonizado una rueda de prensa en la capital, Damasco, en la que ha proporcionado una evaluación inicial de la situación.
El director regional de emergencias de la OMS, el doctor Rick Brennan, ha puntualizado que no hay forma ahora mismo de realizar una proyección ajustada antes de estimar que 4.800 personas han muerto y 2.500 han resultado heridas en las zonas de Siria controladas por el Gobierno y que otras 4.500 han muerto y 7.500 han resultado heridas en zonas bajo control rebelde. "Nos tememos que estos números van a seguir aumentando, en particular conforme vayamos recibiendo más acceso a esas zonas", ha explicado en declaraciones recogidas por Sky News.
El director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS, doctor Michael Ryan, también presente en la rueda de prensa, ha descrito un panorama catastrófico al estimar que el sistema de salud de Siria ha quedado "pulverizado" por 10 años de inestabilidad y ahora es imposible que brinde una atención adecuada.
Es una especie de muerte por mil cortes", ha lamentado. "El país ha reaccionado de manera admirable, pero cuando uno está exhausto solo puede llegar hasta cierto punto: es imposible construir un sistema de salud en una situación como ésta", ha añadido.