Entre el 21 y el 24 de noviembre, del presente año, se celebró la feria BioCultura en IFEMA, Madrid, organizada por la Asociación Vida Sana para conmemorar su 40 aniversario. En las mismas fechas, EcoAvant.com publicó el reportaje titulado Nacer y vivir en la “secta Vida Sana: un infierno de abusos y trabajos forzados”.

Sumario

 

En lugar de abordar las denuncias con transparencia, BioCultura ha optado por amenazar con “acciones judiciales de toda índole” contra EcoAvant.com, tras la publicación de un artículo que expone supuestos abusos y dinámicas coercitivas en una comunidad vinculada a la "organización Vida Sana" –tal como se refieren varios de los entrevistados–, en las décadas de 1980 y 1990, que dio origen a BioCultura, la Asociación Vida Sana y otras muchas empresas que serán detalladas en futuras entregas.

El reportaje presenta testimonios desgarradores de exmiembros que describen un entorno de control absoluto, abusos sexuales y restricciones a la libertad. Según el psicólogo clínico experto en sectas, Miguel Perlado, y fundador de la asociación especializada en cuestiones de sectas y abuso psicológico la AIIAP (Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico), estas experiencias reflejan características típicas de estructuras autoritarias donde los abusos no fueron incidentales, sino parte de un sistema profundamente arraigado.

El artículo también señala que menores fueron forzados a abandonar la educación y sometidos a explotación infantil para obtener recursos de las empresas vinculadas a la “organización Vida Sana”, intensificando su aislamiento y vulnerabilidad, incluyendo a BioCultura y la Asociación Vida Sana.

BioCultura califica el reportaje de EcoAvant.com de “difamatorio”, alegando que las acusaciones son falsas, basadas en “testigos falsos” y sin una verificación adecuada. Sin embargo, en lugar de abordar las acusaciones de manera transparente, estas demandas buscan intimidar, una táctica común en dinámicas de grupos coercitivos

En su respuesta, BioCultura y Asociación Vida Sana califica el reportaje de EcoAvant.com de “difamatorio”, alegando que las acusaciones son falsas, basadas en “testigos falsos” y sin una verificación adecuada. Sin embargo, en lugar de abordar las acusaciones de manera transparente, estas demandas buscan intimidar, una táctica común en dinámicas de grupos coercitivos.

 

Mecanismo de defensa para eludir responsabilidades

 

El psicólogo Miguel Perlado explica que en este tipo de agrupaciones es habitual que los líderes o sus representantes adopten el rol de víctimas al enfrentar cuestionamientos. Este mecanismo de defensa busca eludir responsabilidades y proyectar la culpa en otros, distorsionando la realidad y ganar simpatía. Este patrón no es nuevo en la Asociación Vida Sana, que ya lo ha adoptado en el pasado.

El periodismo de investigación no solo da voz a las víctimas, sino que desmantela narrativas que intentan ocultar dinámicas de abuso. Aunque la reacción de Vida Sana busca socavar la credibilidad de los periodistas, el reportaje se basa en testimonios sólidos y el análisis de expertos

Frente a esta estrategia, el trabajo de medios como EcoAvant.com es fundamental. El periodismo de investigación no solo da voz a las víctimas, sino que desmantela narrativas que intentan ocultar dinámicas de abuso. Aunque la reacción de Vida Sana busca socavar la credibilidad de los periodistas, el reportaje se basa en testimonios sólidos y el análisis de expertos. Además, la exigencia de identificar a los autores del reportaje amenaza principios fundamentales como el secreto profesional y la protección de las fuentes, pilares esenciales para garantizar la libertad de prensa.

La Asociación Vida Sana, al emitir un comunicado rechazando las responsabilidades y acusando a EcoAvant.com de manipulación, no presenta pruebas concretas que desmientan los testimonios o datos recopilados en la investigación. Esta estrategia defensiva parece más un intento de silenciar el escrutinio que de enfrentar los hechos, y evadir una rendición de cuentas real, evitando un diálogo transparente sobre sus responsabilidades.

 

“Testigos falsos”

 

Desde BioCultura y la Asociación Vida Sana se sostiene que se citan “a testigos falsos”. Sin embargo, María Rosa Boladeras, exdirectora de AIS Pro Juventud (Asesoramiento e Información sobre Sectas), asegura en el reportaje a este medio que tenía “un amplio conocimiento del grupo Vida Sana”. La revista InfoSect de marzo de 1990, a la que se hace referencia, publicó el artículo Testimonio personal Vida Sana, firmado por la autora identificada como M.C.C., quien afirmaba haber sido miembro de una secta durante más de 15 años, en su momento, bajo la cobertura de la Asociación Vida Sana. Por ello, fueron demandadas tanto la Sra. Boladeras como M.C.C., en 1992, por esta entidad.

En una resolución judicial que fue desestimada y confirmada en segunda instancia por la Audiencia Provincial de Barcelona, se consideró que existía una colisión entre dos derechos fundamentales: el derecho al honor y el derecho a expresar libremente el pensamiento, las ideas y las opiniones, contemplados en los artículos 18 y 20 de la Constitución Española, priorizando el derecho de las denunciadas a manifestar su opinión.

Si el resto de testigos citados en el reportaje son tachados de “testigos falsos”, ¿debemos también poner en duda las declaraciones de Miguel Perlado, psicólogo especializado en sectas, quien cuenta con amplia experiencia atendiendo a pacientes y familiares vinculados a la “organización Vida Sana”?

Si el resto de testigos citados en el reportaje son tachados de “testigos falsos”, ¿debemos también poner en duda las declaraciones de Miguel Perlado, psicólogo especializado en sectas, quien cuenta con amplia experiencia atendiendo a pacientes y familiares vinculados a la “organización Vida Sana”? Según el propio especialista, varios de los entrevistados en este reportaje también han sido sus pacientes, y sus testimonios coinciden con los relatos de otros afectados. Entonces, ¿acaso todos ellos son inventados o están mintiendo?

Algunos de estos testigos, identificados con nombre y apellidos en el acta policial de los Mossos d’Esquadra de Catalunya, aparecen en el registro de 1989 relacionado con la finca de la “secta comuna Vida Sana” ubicada en las afueras de Barcelona. Además, se han presentado certificados de empadronamiento que confirman su vínculo, así como múltiples fotografías que documentan la vida cotidiana en la "secta" –como se refieren diferentes exmiembros–, en las cuales los testigos se reconocen de manera inequívoca.

Las acusaciones de "testigos falsos" se presentan más como una estrategia de desacreditación que como una defensa sustentada en hechos comprobables

Si BioCultura y la Asociación Vida Sana optaran por emprender acciones legales contra este medio, los testimonios y pruebas recopilados no solo respaldarían la veracidad de las denuncias, sino que también pondrían al descubierto las inconsistencias en la defensa del grupo. Por lo tanto, las acusaciones de "testigos falsos" se presentan más como una estrategia de desacreditación que como una defensa sustentada en hechos comprobables.

 

“Relatos sensacionalistas”

 

Miguel Perlado, experto en sectas, accedió a un expediente de la Unión Nacional de Asociaciones de Defensa de las Familias y Personas Víctimas de Sectas (UNADFI) a finales de la década de 1990, una entidad con más de 50 años de experiencia en Francia. Este archivo detallaba las actividades de la “organización Vida Sana” y fue parte de su colaboración durante una década con AIS Pro Juventud y UNADFI.

La documentación a la que esta parte ha tenido acceso, describe cómo la “organización Vida Sana” comenzó a ganar relevancia en España a partir de 1975. Durante este periodo, su líder, junto con un grupo de seguidores en Barcelona, impulsó un ambicioso proyecto que abarcaba la apertura de “restaurantes vegetarianos, tiendas de productos dietéticos y la promoción de cultivos ecológicos”.

A través de la Asociación Vida Sana, se ofrecían además cursos de dietética, naturismo, consultas y conferencias, lo que facilitaba la captación de nuevos miembros. Muchos de estos eran personas vulnerables, enfrentando problemas graves como discapacidades, adicciones, desempleo o conflictos familiares. Este análisis concluye calificando a la agrupación como una “secta destructiva”.

El texto narra UNADFI, entre muchas otras cosas, cómo un individuo tras entrar en contacto con la Asociación Vida Sana en 1981 y asistir a varios congresos, fue contratado como cocinero en una de sus oficinas. Se “intentó suicidarse en varias ocasiones” hasta que, finalmente, el 20 de mayo de 1986, a los 32 años, “se arrojó desde su habitación al vacío. Estaba casado y tenía una hija”

El texto narra, entre muchas otras cosas, cómo un individuo tras entrar en contacto con la Asociación Vida Sana en 1981 y asistir a varios congresos, fue contratado como cocinero en una de las ofincias de la agrupación. Con el paso del tiempo, su estado emocional se deterioró gravemente: cayó en una profunda depresión, sintiéndose atrapado en un ciclo destructivo. Según se documenta, “intentó suicidarse en varias ocasiones” hasta que, finalmente, el 20 de mayo de 1986, a los 32 años, “se arrojó desde su habitación al vacío. Estaba casado y tenía una hija”.

Tachar de “relatos sensacionalistas” los testimonios que denuncian años de explotación laboral, abusos sexuales y prácticas de control coercitivo, incluidos menores, no solo banaliza el profundo sufrimiento de las víctimas, sino que constituye una grave afrenta a los derechos humanos fundamentales. Estas denuncias, respaldadas por testimonios directos, actas oficiales y opiniones de expertos, revelan violaciones de gran magnitud que exigen ser tomadas con la máxima seriedad.

Desestimar o deslegitimar estas acusaciones fomenta la impunidad y erosiona el respeto por los derechos humanos, en especial los de los menores, quienes deben estar protegidos de toda forma de abuso y explotación

Desestimar o deslegitimar estas acusaciones fomenta la impunidad y erosiona el respeto por los derechos humanos, en especial los de los menores, quienes deben estar protegidos de toda forma de abuso y explotación. Tratar de desacreditar estas denuncias como exageraciones, además de agravar el daño sufrido por las víctimas, refleja un preocupante desprecio por los principios de justicia, verdad y dignidad, que deberían ser pilares inquebrantables en cualquier sociedad que valore los derechos fundamentales.

 

"Vida Sana miente"

 

En un reportaje publicado por La Vanguardia, Vida Sana fue señalada directamente como un “grupo sectario”, basándose en declaraciones de los Mossos d’Esquadra que la identificaban como tal

En un artículo publicado por La Vanguardia el 23 de febrero de 1996, titulado Cerebros en peligro: Más de 15.000 jóvenes, víctimas de las sectas que actúan en Cataluña, se denunciaba el impacto de estas organizaciones, por parte de los autores del texto peridístico de Carles Escolà y Pep Mateu . En este reportaje, Vida Sana fue señalada directamente como un “grupo sectario”, basándose en declaraciones de los Mossos d’Esquadra que la identificaban como tal

Según la policía de la Generalitat: “La intervención en grupos sectarios como Ceis o Vida Sana se ha producido por delitos como la no escolarización de menores o por estafas fiscales”

El texto subrayaba la complejidad jurídica que enfrentan las instituciones al abordar a este tipo de organizaciones, cuyo procedimiento suele aprovechar lagunas legales. Según la policía de la Generalitat: “La intervención en grupos sectarios como Ceis o Vida Sana se ha producido por delitos como la no escolarización de menores o por estafas fiscales”.

En una respuesta a una réplica del reportaje de la Asociación Vida Sana, titulada “Vida Sana miente”, se desmentía las alegaciones de la organización. Los periodistas afirmaban que “la Fiscalía de Menores intervino el 25 de mayo de 1989” en una finca vinculada a Vida Sana, bajo la supervisión de los Mossos d’Esquadra, para investigar posibles “dinámicas sectarias”. Como resultado de esta intervención, el Departamento de Enseñanza ordenó la inmediata escolarización de veinte menores que no asistían a la escuela, lo que refutaba las declaraciones del grupo. Esta parte también tuvo acceso al acta policial que detalla la intervención mencionada en el reportaje, tal como se indica en el mismo.

En la reciente carta certificada de BioCultura y la Asociación Vida Sana, se afirma que “para crear confusión se mezclan datos y declaraciones de instituciones que no se refieren a Vida Sana, sino a otros temas de forma general, sin verificar los hechos presentados”. ¿Realmente estos son “datos y declaraciones que no se refieren a Vida Sana”?

También aseveran que las acusaciones se basan en "testigos falsos". No obstante, la propia organización emprendió acciones legales contra persona física y autora identificada como M.C.C., lo que deja claro que tienen pleno conocimiento de que los testigos no son falsos

También aseveran, como ya se ha mencionado, que las acusaciones se basan en "testigos falsos". No obstante, la propia organización emprendió acciones legales contra persona física y autora identificada como M.C.C.; lo que deja claro que tienen pleno conocimiento de que los testigos no son falsos. La documentación proporcionada por los entrevistados respalda las afirmaciones presentadas en los reportajes de investigación, incluyendo varias denuncias realizadas, ante instancias policiales, por miembros de la “secta Vida Sana”, entre ellos menores de edad.

Según el Dr. Jansà, las personas que acudían a AIS Pro Juventud relataban experiencias de manipulación psicológica, aislamiento social y control sobre sus vidas, ocultos bajo una fachada de promoción de hábitos saludables

Cabe destacar que en conversaciones recientes con EcoAvant.com, el Dr. Josep Maria Jansà, exresponsable médico de AIS Pro Juventud durante las décadas de 1980 y 1990, confirma el carácter manipulativo de la  organización en base a su experiencia de haber tratado a familiares y exmiembros del grupo. Según el Dr. Jansà, las personas que acudían a AIS Pro Juventud relataban experiencias de manipulación psicológica, aislamiento social y control sobre sus vidas, ocultos bajo una fachada de promoción de hábitos saludables.

El exresponsable médico de AIS Pro Juventud, advierte que Vida Sana no era una simple organización de bienestar, sino una estructura que en base a las dinámicas de control que aplicaba a sus seguidores, les generaba daños emocionales y económicos. “Utilizaban un discurso de vida sana para atraer a personas vulnerables, pero detrás había estrategias de dominación y sumisión propias de un grupo de manipulación psicológica”, afirma el Dr. Jansà, subrayando las graves consecuencias sufridas por quienes lograban salir de su influencia.

El Dr. Jansà que también fue citado como experto en sectas en el artículo publicado por La Vanguardia. Actualmente, es Director de Vigilancia y Promoción de la Salud en la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Sus experiencias en AIS Pro Juventud le ofrecen una clara visión de los daños provocados a nivel psicológico y emocional por este tipo de organizaciones.

 

Si no puedes con el mensaje, ataca al mensajero

 

La notificación formal de BioCultura solicita que se revele la identidad de las personas responsables de la redacción del reportaje, con el fin de "iniciar contra los mismos las acciones que correspondan". En un firme compromiso con la ética periodística y la protección de los profesionales involucrados, EcoAvant.com ha decidido mantener el anonimato de los redactores, tal como lo solicitaron explícitamente

La notificación formal de BioCultura solicita que se revele la identidad de las personas responsables de la redacción del reportaje, con el fin de "iniciar contra los mismos las acciones que correspondan".

En un firme compromiso con la ética periodística y la protección de los profesionales involucrados, EcoAvant.com ha decidido mantener el anonimato de los redactores, tal como lo solicitaron explícitamente. Este anonimato se extiende también a otros expertos, miembros de las fuerzas de seguridad como la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra de Catalunya, así como juristas y economistas que colaboraron o aportaron información.

Los autores del reportaje no emiten juicios personales, sino que se limitan a transmitir las evidencias y las declaraciones provenientes de diversas fuentes, como testigos, especialistas y documentación verificada. Por tanto, no tiene fundamento alguno que se les intente responsabilizar por hechos que están debidamente comprobados, producto de un trabajo profesional en el marco de la libertad de prensa.

Este no es el primer episodio en que BioCultura muestra incomodidad con el trabajo periodístico. En 2018, EcoAvant.com publicó un artículo sobre cómo la dirección de la feria BioCultura retiró la conferencia de Lluis Botinas, un pseudocientífico negacionista de enfermedades como el sida o el cáncer, en Barcelona. Un incidente similar ocurrió en A Coruña con conferencias antivacunas. En respuesta a estos cuestionamientos, BioCultura organizó un congreso con el "principal objetivo de dar respuesta a la ignorancia de políticos y ciertos periodistas tendenciosos (al servicio de oscuros intereses)", acusándolos de difundir "informaciones sesgadas y tendenciosas" con el fin de "minar la confianza de la opinión pública".

Las pretensiones de BioCultura no solo constituyen un grave ataque contra el secreto de las fuentes periodísticas, un derecho protegido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como "piedra angular de la libertad de prensa", sino también una invasión a la vida privada de los periodistas que han llevado a cabo este reportaje.

 

EcoAvant.com no retirará el reportaje

 

A pesar de las amenazas y la exigencia de BioCultura de una “retirada inmediata” del reportaje, EcoAvant.com reafirma su compromiso con el derecho a la información y la libertad de prensa, y no retirará la pieza periodística. Los hechos expuestos han sido verificados por instituciones especializadas, profesionales con vasta experiencia en grupos sectarios, y testimonios que han sido corroborados, muchos de ellos proporcionados de forma anónima por temor a represalias.

Este reportaje es parte de una serie de investigaciones que seguirán profundizando en las relaciones internas de la “organización Vida Sana”, su impacto en los miembros, y que incluirán información verificada y entrevistas con expertos en este ámbito

Este reportaje es parte de una serie de investigaciones que seguirán profundizando en las relaciones internas de la “organización Vida Sana”, su impacto en los miembros, y que incluirán información verificada y entrevistas con expertos en este ámbito.