El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se mantiene "estable" tras ser trasladado el lunes a la unidad de cuidados intensivos por un empeoramiento de su estado de salud, aunque Downing Street ha descartado que el 'premier' sufra neumonía derivada del contagio por coronavirus.
Johnson fue ingresado en un hospital de Londres el domingo, diez días después de confirmar que había dado positivo por Covid-19. "Su situación empeoró" y los médicos determinaron en torno a las 19.00 horas del lunes que debía ser trasladado a la UCI, ha explicado este martes el ministro del gabinete, Michael Gove.
"El primer ministro no está con respirador. Ha recibido apoyo de oxígeno", ha añadido Gove en declaraciones a BBC, después de que se hubiese especulado en las últimas horas con la situación de Johnson. El ministro ha apuntado que "los médicos tomarán las decisiones adecuadas" en función de cómo evolucione el estado del jefe de Gobierno.
La estrategia inicial de Johnson, que generó muchas críticas internacionales, había sido oponerse a los confinamientos: “muchas personas van a perder a sus seres queridos, y lo que busca el gobierno es retrasar el pico o aplanarlo para evitar colapsar el sistema de salud público”.
Inmunidad de rebaño
Su plan buscaba una especie de inmunidad de grupo, también llamada “inmunidad del rebaño”, en la que se parte de la base que la inmensa mayoría, entre un 60 y 80 por ciento por ciento de la población, contraerá el virus y presentará trastornos leves, lo cual desarrollaría cierta inmunidad colectiva haciendo a los ciudadanos más resistentes y reduciendo el número de contagios, aun a costa de la muerte de muchas otras personas. Esto lo dijo incluso el mismo asesor científico del gobierno, Patrick Vallace.
En esta estrategia, y partiendo del hecho probado de que los niños son vectores de la enfermedad, en el momento en que el gobierno considerara que ya había suficientes adultos contagiados, cerraría entonces los centros educativos. Es decir que se buscaba lograr un equilibrio entre quienes podían necesitar hospitalización y los que se recuperan.
La estrategia de Johnson dividió a la opinión científica británica, que la consideraba arriesgada, porque podrían morir más de 250.000 mil personas, aunque podría dar frutos para evitar futuros brotes. Días después secundaba los confinamientos aprobados en la mauyor parte del mundo, y ahora es él el contagiado ingresado en la UCI.
Por otra parte, los casi 3,5 millones de kits adquiridos por el Ejecutivo de Boris Johnson para hacer tests masivos a la población de la Covid-19 no son válidos, según informó al 'premier' John Newton, el prestigioso científico que el Gobierno de Reino Unido ha puesto al frente del Servicio Nacional de Salud para realizarlos y gestionar el desconfinamiento domiciliario.