La Comisión Europea quiere movilizar 100.000 millones de euros entre 2021 y 2027 para apoyar la transición "irreversible" hacia una economía libre de emisiones de dióxido de carbono en las regiones comunitarias más dependientes de la producción de combustibles fósiles.
Bruselas ha presentado este miércoles el Pacto Verde Europeo, su hoja de ruta climática para los próximos años, que sin embargo no especifica cuál será el presupuesto específico del llamado Fondo para una Transición Justa.
Las autoridades europeas se reservarán esta cifra hasta enero, pero fuentes comunitarias hablan de una horquilla de unos 7.000 y 8.000 millones a los que los Estados podrán añadir fondos de cohesión o préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
De esta forma, el Ejecutivo comunitario confía en que el dinero inicial sirva para movilizar inversiones que superen los tres dígitos. Es decir, que llegue a 100.000 millones de euros para todo el periodo comprendido entre 2021 y 2027 y a compartir entre todas las regiones europeas que tendrán acceso a este fondo.
Esta hucha es uno de los puntos estrella del Pacto Verde Europeo con el que la Comisión quiere guiar la estrategia 'verde' del bloque. Se trata de una hoja de ruta que se irá materializando en los próximos meses a través de propuestas legislativas, entre ellas la primera ley climática europea, que el Ejecutivo comunitario presentará en marzo para cristalizar en un texto legal el objetivo de alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo.
En este contexto, Bruselas quiere que toda la estrategia esté guiada por una mayor ambición climática del bloque en materia climática, que quedará patente en el verano de 2020 con una revisión al alza del objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2030, que actualmente está fijado en el 40%.
Según consta el Pacto Verde Europeo, la Comisión prevé establecerlo entre el 50% y el 55%, un incremento que exigirá la revisión de todas las normativas aprobadas durante los últimos años para repartir los esfuerzos entre tanto entre las capitales europeas como entre los diferentes sectores industriales.
Pagar más por contaminar
Dentro de estas modificaciones legislativas está la reforma del sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés) para encarecer el precio de las emisiones. El sector marítimo, hasta ahora excluido, pasará a formar parte del sistema, en el que además se reducirán los créditos gratuitos que se conceden a las aerolíneas.
La UE acompañará todos sus esfuerzos con un mayor activismo a nivel internacional para animar a otros países a incrementar su ambición en la lucha climática a través de una diplomacia 'verde' centrada en "convencer y apoyar" a otros países a asumir un papel más activo en este ámbito.
En cualquier caso, la Comisión propondrá la creación de un mecanismo para gravar las importaciones de sectores que tienen una importante "huella de carbono". Aunque todavía quedan pendientes los debates de este sistema, Bruselas ha prometido que cumplirá las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Más allá de la mayor ambición en materia de reducción de emisiones y de la diplomacia 'verde' que Bruselas quiere desplegar, el Pacto Verde Europeo presentado este miércoles plantea también otras medidas, como una nueva estrategia industrial europea o un nuevo plan de acción en materia de economía circular.
El documento también anuncia iniciativas para impulsar la renovación de edificios para una mayor eficiencia energética, estrategias para garantizar la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, desarrollar una agricultura más ecológica y acelerar la transición hacia una movilidad "limpia e inteligente".
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