El cambio climático puede estar acelerando la degradación de las antiguas pinturas rupestres de Indonesia, entre ellas la plantilla manual más antigua del mundo, que data de hace 39.900 años, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
Las pinturas rupestres realizadas con pigmentos de color rojo y morado en las cuevas de piedra caliza y los refugios rocosos de Maros-Pangkep (Indonesia) se han datado con una antigüedad de entre 20.000 y 45.000 años. Los indicios apuntan a que las pinturas se han ido deteriorando a un ritmo acelerado en las últimas décadas, pero las razones no están claras.
Científicos y científicas investigaron las posibles causas de la degradación acelerada del arte rupestre en 11 yacimientos de Maros-Pangkep, analizando las escamas de roca que habían empezado a desprenderse de las superficies de las cuevas.
Encontraron sales, como el sulfato de calcio y el cloruro de sodio, en las escamas de roca de tres de los yacimientos. Se sabe que estas sales forman cristales en la superficie de las rocas, lo que hace que éstas se rompan.
Repetidos cambios de temperatura y humedad
También hallaron altos niveles de azufre, un componente de varias sales, en los 11 yacimientos. Los resultados pueden indicar que el proceso de degradación del arte rupestre relacionado con la sal está muy extendido en Maros-Pangkep.
Las investigaciones sugieren que los repetidos cambios de temperatura y humedad causados por la alternancia de periodos de lluvia estacional y sequía crean condiciones que favorecen la formación de cristales de sal y la degradación del arte rupestre.
Por ello, proponen que estos cambios pueden verse acelerados por el aumento de las temperaturas globales y la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático y a los fenómenos de El Niño. Y concluyen que es necesario realizar un seguimiento a largo plazo y esfuerzos de conservación para proteger el arte rupestre antiguo en las regiones tropicales.
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