Un nuevo estudio muestra que los corales en el norte de la Gran Barrera de Coral experimentaron una muerte catastrófica tras la ola de calor marina de 2016. "Cuando los corales se blanquean a partir de una ola de calor, pueden sobrevivir y recuperar su color lentamente a medida que baja la temperatura, o pueden morir".
Promediado en toda la Gran Barrera de Coral, el profesor Terry Hughes, director del Centro de Excelencia ARC para Estudios de Arrecifes de Coral (Coral CoE), en Australia, asegura que se perdió el 30% de los corales en el periodo de nueve meses entre marzo y noviembre de 2016.
Los científicos, cuyo trabajo se publica en la edición digital de este miércoles de Nature, mapearon el patrón geográfico de la exposición al calor de los satélites y midieron la supervivencia del coral a lo largo de los 2.300 kilómetros de longitud de la Gran Barrera de Coral tras la ola de calor marina extrema de 2016. La cantidad de muerte de los corales que midieron estuvo estrechamente relacionada con la cantidad de blanqueamiento y el nivel de exposición al calor, siendo el tercio norte de la Gran Barrera de Coral el más gravemente afectado.
El estudio encontró que el 29% de los 3.863 arrecifes que componen el sistema de arrecifes más grande del mundo perdieron dos tercios o más de sus corales, lo que transformó la capacidad de estos arrecifes para mantener un funcionamiento ecológico completo.
"La extinción de los corales ha provocado cambios radicales en la mezcla de especies de coral en cientos de arrecifes individuales, donde las comunidades de arrecifes maduros y diversos se están transformando en sistemas más degradados, con solo unas pocas especies duras restantes", afirma el coautor Andrew Baird, de Coral CoE en la Universidad James Cook.
"Como parte de un evento global de blanqueamiento de corales que abarcó 2014-2017, la Gran Barrera de Coral sufrió un severo estrés por calor y decoloración nuevamente en 2017, esta vez afectando a la región central de la Gran Barrera de Coral", apunta el coautor Mark Eakin, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Una llamada al auxilio de los corales
"Ahora, estamos en un punto en el que hemos perdido cerca de la mitad de los corales en hábitats de aguas poco profundas en los dos tercios del norte de la Gran Barrera de Coral debido a un blanqueamiento posterior en dos años consecutivos", afirma el profesor Sean Connolly, de Coral CoE en la Universidad James Cook.
"Pero eso aún deja mil millones de corales vivos y, en promedio, son más resistentes que los que murieron. Tenemos que concentrarnos urgentemente en proteger el vaso que todavía está medio lleno, ayudando a estos supervivientes a recuperarse", propone el profesor Hughes.
Los científicos dicen que estos hallazgos refuerzan la necesidad de evaluar el riesgo de un colapso a gran escala de los ecosistemas de los arrecifes, especialmente si la acción global sobre el cambio climático no limita el calentamiento a 1,5-2 grados por encima de los niveles preindustriales. El estudio prueba el marco emergente de la Lista Roja de Ecosistemas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que busca clasificar los ecosistemas vulnerables como "seguros", "amenazados" o "en peligro".
"La Gran Barrera de Coral está realmente amenazada por el cambio climático, pero no está condenada si tratamos rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Nuestro estudio muestra que los arrecifes de coral ya están cambiando radicalmente en respuesta a olas de calor sin precedentes", avisa el profesor Hughes.
Los investigadores advierten que, si no se frena el cambio climático, provocando que la temperatura global suba mucho más de 2 grados, se alterarán radicalmente los ecosistemas de arrecifes tropicales y se perjudicarán los beneficios que proporcionan a cientos de millones de personas, principalmente en países pobres y en rápido desarrollo.