El Gobierno de China anunció el pasado viernes que pondrá fin al comercio y procesamiento con fines comerciales de marfil en 2017, aunque de forma gradual durante todo el año, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.
La decisión la tomó el Gobierno del país asiático, el mayor mercado mundial de marfil, después de haber impuesto el pasado mes de marzo una prohibición de tres años sobre la importación de marfil, como parte de su lucha contra el tráfico ilegal de animales y plantas.
Desde 1989 el comercio de marfil está prohibido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) de las Naciones Unidas, pero algunos gobiernos habían obtenido permiso para vender los stocks de marfil acumulados con anterioridad a esa fecha. Y, además, el comercio en los mercados internos ha continuado siendo legal en muchos países en todo el mundo. En China, el mayor mercado de marfil en el mundo, se permite la reventa de marfil anterior a la fecha de la prohibición y existen tiendas con los permisos en regla.
En los últimos años, ha resurgido el tráfico ilegal de especies y de sus productos: en 2013 más de 50 toneladas de marfil fueron incautadas a nivel mundial, un registro histórico, y cerca de 45% de ese total se incautaron en los envíos a gran escala, lo que indica que detrás está la delincuencia organizada.
La medida del gobierno chino afectará a un total de 34 empresas de procesamiento y a 143 tiendas, muchas de las cuales quedarán clausuradas a finales del mes de marzo, según ha indicado un alto cargo del Ministerio de Silvicultura.
Y, sobre todo, dará un respiro a las poblaciones de elefantes. Porque cada año, unos 50.000 pierden su vida por el lucrativo negocio que gira en torno a sus colmillos de marfil. La caza furtiva amenaza la supervivencia de este majestuoso animal, del que hoy apenas quedan unos 500.000 ejemplares: de seguir el ritmo actual, desaparecerá en una década.
Aumento del mercado negro en Hong Kong
El grupo conservacionista WWF dio la bienvenida a la noticia, calificándolo de "anuncio histórico". "El fin del mercado legal de marfil del mundo es un importante impulso a los esfuerzos internacionales para hacer frente a la crisis por la caza furtiva de elefantes en África".
Asimismo, los activistas de WWF de Hong Kong han pedido a las autoridades que aceleren con la eliminación gradual del comercio de marfil en la región, advirtiendo de un posible incremento en el mercado negro tras el anuncio de la China continental de acabar con esta práctica a lo largo de 2017.
Tal y como recoge el diario South China Morning Post, la responsable de delitos contra la vida silvestre de WWF, Cheryl Lo, ha instado al Gobierno local a actuar rápidamente, dado que Hong Kong es un importante centro de tránsito del marfil ilegal, tanto hacia la China continental como a otras partes de Asia.
Al tiempo que ha alabado la determinación de China "por salvar a los elefantes de África de la extinción", lo ha advertido de que la brecha temporal que se abre entre los períodos de China y Hong Kong, de cuatro años, los comerciantes chinos pueden llegar a trasladar sus existencias por toda la frontera para venderlos en la ciudad.
Aunque ha celebrado la decisión de Pekín, señalando que ahora ya son tres de los mercados nacionales de marfil más importantes del mundo -China, Hong Kong y Estados Unidos- están prohibiendo esta práctica de forma gradual.
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