Un grupo de científicos de varios países han firmado un manifiesto en el que piden que chimpancés y bonobos, ahora del género Pan, sean incluidos en el género Homo, y que su hábitat sea declarado patrimonio mundial de la UNESCO.
El documentó estuvo encabezado por el científico del departamento de Socialogía y Antropología de Yezreel Valley College (Israel), Itai Roffmann, y el profesor del instituto de Evolución de la Universidad de Haifa (Israel), Aviatar Novo, junto con los científicos Brunetto Chiarelli del Instituto Internacional de Estudios de la Humanidad de la Universidad de Florencia (Italia), Sue Savage-Rumbaugh y Elizabeth Rubert-Pugh de Missouri State University (Estados Unidos), Lisa Fontaine de la Universidad Estatal de Iowa- Facultad de Diseño (Estados Unidos), Monia Panchevre del Zoo National de Mali, y Avraham Ronen del Instituto Zinman de Arqueología de la Universidad de Haifa (Israel).
El manifiesto Supervivencia Pan en el siglo XXI: Preservación cultural de los chimpancés y bonobos, rehabilitación y manifiesto de emancipación, que explica por qué chimpancés y bonobos deben estar incluidos, ha sido publicado en la revista Human Evolution.
El mismo texto exige que debe realizarse una transferencia gradual de todos los Pan que están en zoológicos, reservas y santuarios, al considerar que especies hermanas homínidas a los humanos no deben ser encarceladas y exhibidas en contra de su voluntad, debido además que los grandes simios están incluidos científicamente dentro de la familia de los homínidos.
Proyecto Gran Simio ha firmado un acuerdo de colaboración con el antropólogo que encabeza el manifiesto, Itai Roffman, para colaborar en un proyecto en Mali que consiste en hablar con los jefes tribales de las comunidades indígenas y campesinas para que firmen un acuerdo de compromiso para proteger a los chimpancés que se encuentran en libertad dentro de las márgenes de sus pueblos.
Hasta la fecha, han logrado que 31 pueblos hayan firmado la protección del chimpancé y han logrado una reserva natural de 700 kilómetros cuadrados.
El director de Proyecto Gran Simio, Pedro Pozas, ha destacado que Itai Roffman y su equipo se suman a numerosos científicos españoles y de otros países, así como organizaciones y personas individuales, que solicitan "encarecidamente" que las selvas tropicales donde habitan los grandes simios sean declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
"Tenemos firmas de personalidades del mundo de la ciencia, literatura, universidades, políticos, de personas de diferentes profesiones que avalan esta lucha que debería ser revisada por la UNESCO, miles de firmas (400.965) por la que se solicitan además sus derechos básicos, que son personas no humanas y que no deben estar encerradas en cárceles sin haber cometido ningún delito", añade Pozas.
El escrito insta a tomar medidas inmediatas para proteger los hábitat de los Pan salvando ecosistemas enteros de inmensa biodiversidad y recursos, prevenir la desertificación, combatir el cambio climático y restaurar la estabilidad de la naturaleza.
Preservar la diversidad cultural de estas especies
En su opinión, estos esfuerzos repercutirán en la preservación de la diversidad cultural de los chimpancés y bonobos así como en la conservación de las ricas culturas históricas, de las comunidades indígenas tribales que comparten estos entornos.
Roffman ha manifestado que de ahora en adelante, los chimpancés y bonobos "ya no pueden ser legalmente catalogados como propiedad", ya que definen su propia propiedad y son seres homínidos que deberían vivir en libertad y poseen personalidad como miembros de una comunidad, con un grupo único de identidad y cultura.
"Se les debe permitir vivir sus vidas pacíficamente de una manera significativa con intereses y objetivos, y cumplir con su potencial personal, sin temor constante al trauma, tortura y riesgo de muerte al ser encarcelados", ha declarado Roffman, profesor e investigador del Departamento de Sociología y Antropología del Yezreel Valley College de Israel.
Pozas, por su parte, insiste en que el manifiesto se añade a las sentencias judiciales en Argentina, que sentenciaron que Sandra, una orangutana que se encontraba en el zoológico de Buenos Aires, ha sido declarada "persona no humana" y al caso de Cecilia, una chimpancé que se encontraba en el zoológico de Mendoza también de Argentina, en el que la jueza ha aceptado un Habeas Corpus al considerarla persona no humana y ha sentenciado la puesta en libertad inmediata y su traslado al santuario de chimpancés que Proyecto Gran Simio Internacional tiene en Sorocaba - Sau Paulo (Brasil).
En esa línea pide a las autoridades españolas que se legisle una ley específica para los grandes simios que ya se aprobó en 2008 por la Comisión Parlamentaria de Medio Ambiente y que sin embargo no se han ejecutado las decisiones y acuerdos de la citada comisión.
"Los derechos básicos de los grandes simios deben ser reconocidos de forma inmediata. La ciencia y la justicia ya han abierto ventanas positivas y se necesita la acción política para dar forma en el nuevo cambio de rumbo a favor de nuestros hermanos evolutivos y conservar de esta forma sus poblaciones en libertad y sacar de los barrotes carcelarios a los grandes simios cautivos para llevarlos a santuarios", concluye Pozas.
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