Bonn (Alemania) acogerá del 6 al 17 de noviembre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático a la que asistirán en torno a 25.000 personas de todo el mundo para tratar de impulsar la acción climática y el desarrollo sostenible y reforzar el cumplimiento de las metas y ambiciones del Acuerdo contra el cambio climático firmado en París en 2015 y avanzar en las directrices para su aplicación, sin la aportación de Estados Unidos.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, asistirá a la Cumbre, según han informado a Europa Press fuentes ministeriales.
El Acuerdo de París, alcanzado en diciembre de 2015, fue firmado en abril de 2016 por la mayoría de los países del mundo y entró en vigor en noviembre de este mismo año, después de que fuera ratificado por más de 50 países que al menos sumaran el 55% ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo.
Así, la Cumbre de Bonn, que se ha dado a conocer como La Cumbre del Pacífico, se centrará en fomentar la sostenibilidad en todos los niveles de la sociedad, está auspiciada por la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y estará presidida por Fiji, con las que está colaborando el Gobierno de Alemania, el estado federado de Renania del Norte-Westfalia y el Ayuntamiento de la localidad.
Así, Fiji ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que Bonn se convierta en "una cumbre visionaria" para reafirmar la acción climática.
Según manifestó la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, el 27 de julio pasado, la cooperación será clave en esta conferencia, en la que aspiraba a que permitiera adquirir la conciencia de la vulnerabilidad de las islas y todas las naciones.
Para la Convención, la COP23 se centrará en el impulso de los países a la aplicación del Acuerdo de París y en elaborar las directrices para aplicar sus disposiciones sobre cuestiones como la transparencia, la adaptación, la reducción de las emisiones, la financiación, la creación de capacidad y la tecnología. El fin será avanzar en todas estas áreas de manera que las directrices "claras" puedan quedar terminadas en la COP24 que se celebrará en Polonia en 2018.
Sin la asistencia de Donald Trump
Esta será la primera COP sin Estados Unidos, después de que su presidente Donald Trump anunciase su decisión unilateral de salir este acuerdo global, que han firmado más de 190 países. Sin embargo, también se recibirá a Nicaragua, que recientemente ha firmado el citado acuerdo. Por tanto, solo Siria y Estados Unidos permanecen al margen de la lucha contra el cambio climático, por razones muy diferentes. La primera por la pertinaz guerra y la segunda, por la voluntad política de su presidente.
Una vez el presidente anunció su voluntad de abandonar el Acuerdo de París, surgieron voces discrepantes dentro de Estados Unidos, que anunciaron que voluntariamente seguirían con los planes de luchar contra el cambio climático, y también críticas del resto de la comunidad internacional. Lejos de desencadenar una reacción en cadena para apearse del acuerdo, la mayoría de países señalaron su voluntad de incrementar esfuerzos para compensar así la falta de acción del país norteamericano.
Ese fue el caso de China, la UE o de la propia Convención Marco de la ONU y también, por ejemplo, de la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, quien considera que la decisión de Trump de retirarse de París "fracasó espectacularmente" y provocó una "oleada de apoyos" para la acción climática global.
"No hay vuelta atrás y no habrá renegociación y ese mensaje debe quedar claro en la COP23. Esperamos que surjan nuevos líderes en Bonn y los ojos del mundo estarán en la Unión Europea, China y otros para una mayor ambición", confía la representante de la ONG.
Si bien, Greenpeace pide "celeridad" para frenar los cada vez más graves impactos del cambio climático a los países en la Cumbre del Clima de Bonn e insta a España a asumir sus responsabilidades contra el cambio climático y a planificar el abandono progresivo y ordenado de las energías sucias como el carbón.
Otra de las tareas principales en Bonn será hacer un primer balance global de esfuerzos colectivos respecto a los compromisos adquiridos en París para 2018.
Las ONG ven en esta COP una "oportunidad" para empezar a cumplir con las promesas de París. Para la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, Tatiana Nuño, España debe asumir una posición firme en la lucha contra el cambio climático y planificar un abandono progresivo y ordenado de las energías sucias.
Esta misma semana, la Organización Meteorológica Mundial ha advertido de que las concentraciones de CO2 en la atmósfera aumentó en 2016 a una velocidad récord y llegó al nivel más alto en 800.000 años, de modo que ha alertado de que los cambios bruscos en la atmósfera en los últimos años no tienen precedentes.
Por ello, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha advertido de que si no se reducen "rápidamente" las emisiones de gases de efecto invernadero el planeta se verá abocado a "un peligroso aumento de la temperatura hacia finales de este siglo muy por encima de la meta fijada en el Acuerdo de París", de modo que las generaciones futuras podrían heredar un planeta "que resultará sumamente inhóspito", respecto al actual. "No existe ninguna varita mágica para eliminar el CO2 de la atmósfera", ha recordado.
Taalas indicó también que la última vez que la Tierra tuvo una concentración de CO2 comparable fue hace entre 3 y 5 millones de años y entonces la temperatura era entre dos a tres grados centígrados más cálida y el nivel del mar estaba entre 10 y 20 metros superior al actual.
En la misma línea, el director ejecutivo del Programa Mundial de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Erik Solheim, ha advertido de que "los números no mienten" y ha recordado que se sigue emitiendo "demasiados gases" y que la situación "tiene que cambiar".
"Debemos redoblar nuestros esfuerzos para que esas nuevas tecnologías con bajas emisiones de carbono pueden prosperar. Ya disponemos de muchas de las soluciones necesarias para resolver este problema. Ahora hace falta una voluntad política a nivel mundial y un nuevo sentido de urgencia", manifestó.
La primera semana se celebrarán distintos procesos de avance, multitud de eventos paralelos y reuniones entre las delegaciones mundiales, hasta que el miércoles por la tarde comience el segmento de alto nivel. Así, entre el 15 y el 16 de noviembre jefes de delegaciones, ministros y jefes de Gobierno y de Estado acudirán a Bonn para el tramo final de negociación.
Cada parte podrá intervenir una sola vez durante un máximo de tres minutos para exponer su posición. Desde España, fuentes ministeriales han confirmado la presencia de la ministra García Tejerina a Bonn.
Desde el Ministerio consideran que la cumbre de Bonn jugará un "papel clave" para asegurar que se llega a 2018 con "los deberes hechos" tras la adopción del Acuerdo de París. Así, insisten en que después de dos años de discusiones técnicas es fundamental consolidar los debates para avanzar en el Programa de Trabajo del Acuerdo de París.
En ese sentido recuerda que en el Acuerdo de París se establecía la organización en 2018 de un diálogo facilitador con el que evaluar los esfuerzos colectivos de los países y el avance conseguido hacia los objetivos de reducción de emisiones. España considera fundamental que en Bonn se clarifique su organización.
Al mismo tiempo, subraya la importancia de la Agenda de Acción Global que seguirá dando visibilidad al gran número de iniciativas no gubernamentales en marcha para conseguir cambios reales sobre el terreno y que impulsan la negociación.