Si ya fuera poco con la pandemia, ahora estamos inmersos en una guerra que esperemos que no llegue a más y cese cuanto antes. Si los adultos sentimos miedo y nos horroriza todo lo que está pasando, niñas y niños no se quedan atrás.
Nos guste o no, se enteran de todo y no se están quedando ajenos a esta situación tan aterradora. Muchos preguntan a sus padres y madres qué sucede, piensan en otros niños que están pasando por esa situación tan difícil, y se preguntan si a ellos les va a pasar lo mismo. Sienten miedo. ¿Cómo podemos ayudarles los padres? ¿Cómo debemos hablar sobre este asunto con ellos? ¿Deben ver las noticias?¿Qué y cómo contarles el conflicto?
Sonia Martínez Lomas es psicóloga especialista en inteligencia emocional y técnica superior de Educación Infantil, así como fundadora y directora de los centros Crece Bien de Madrid. La preguntamos sobre los pasos a seguir ante esta situación y para que nos aconseje sobre cómo podemos abordar el conflicto desde casa.
Entre otros, recomienda en líneas generales los siguientes consejos: en primer lugar ve fundamental que los menores no vean imágenes de guerra, pero también considera importante preguntarles qué es lo que saben y qué piensan que es una guerra, qué creen que está pasando, para después los adultos contarles lo que realmente es un conflicto bélico y qué sucede, pero todo ello en función de su edad. Por otro lado, hacer ver a los menores desde casa cómo se puede ayudar a esas familias que sin quererlo están inmersas en la guerra, y cómo desde nuestro entorno podemos mejorar a la hora de resolver los conflictos.
Niñas y niños deben estar informados
¿Deben ver nuestros hijos e hijas pequeñas la televisión o escuchar o leer medios de comunicación estos días? A juicio de esta psicóloga, lo ideal es que los niños y niñas puedan entender lo que está pasando al nivel que ellos pueden comprender. "Y las noticias de la televisión no son para los niños. Un adulto sí lo puede entender muy bien y el contexto, pero un niño o niña no puede comprender una bomba en otro país. Le va a dar muchísimo miedo, aunque puede pasar en cualquier parte del mundo, y cuando un niño o niña ve que le está pasando algo a otro niño o niña siente mucha empatía, mucha rabia y frustración", subraya.
Por ello, Martínez ve mucho mejor que se lo contemos nosotros, padres y madres, y niños y niñas estén siempre informados, porque si lo escuchan y nadie les ha contado nada antes también se van a asustar: "Sí conviene hablarlo con ellos porque si no se van a enterar por otro lado, y cuando tú tienes la confianza de poder preguntar a tus padres y estos te cuentan lo que pasa, esto te da mucha seguridad. El no tener la información suficiente genera mucha incertidumbre, entonces es bueno hablar con ellos y ellas de lo que está pasando; saber qué creen ellos que es una guerra. Entonces, preguntarles qué es lo que piensan que pasa, y después contarles qué está pasando en función de su edad y de la información con la que ya cuentan".
Es más, destaca que lo que cualquier niño o niña puede entender, y además puede servir para que los niños de ahora no sean adultos que hagan guerras en el futuro, es el explicarles que ellos en el recreo, o en el parque, hay veces que no saben muy bien resolver un conflicto, por ejemplo, cuando uno tiene una pelota y el otro no la tiene pero la quiere, o al revés, o cuando uno no quiere compartir.
"Hay momentos en los que entramos en conflictos porque hay desacuerdo, y hay veces que ellos llegan al acuerdo con su amigo, pero otros momentos no. Hacerles ver que, a veces, cuando no llegan a un acuerdo se pelean, se gritan, y esto pasa también en los adultos. Y cuando pasa esto en adultos, y esos adultos dirigen países, y no saben ponerse de acuerdo, se puede crear un conflicto, una guerra", detalla esta experta.
Es normal que sientan miedo
Así, la fundadora y directora de los centros Crece Bien de Madrid reconoce que es normal que niños y niñas ante esta situación sientan miedo, rabia, enfado o frustración, igual que nos sucede a los adultos en estos momentos. "Los niños viven lo que hablamos los adultos, las emociones de los adultos, las van a sentir, y es normal que ahora puedan sentir miedo, tristeza por estos niños y niñas que lo viven allí, y rabia porque no queremos que haya una guerra", remarca.
Insiste en que los niños se enteran de todo, y cuando ven a sus padres hablar los escuchan porque son su referencia, por lo que ve fundamental que si los menores escuchan en estas conversaciones se les incorpore, pero en el lenguaje del niño o niña, y si no evitar hablar delante de ellos.
"Luego cuando sienten miedo, tristeza, rabia, todas estas emociones que van a sentir que las hablemos, y que incluso los padres expresen que ellos también las sienten así. Dar espacio a cómo se están sintiendo ellos y a cómo se sienten los adultos, sin meter más miedo del que ya puedan tener los niños", señala Sonia Martínez Lomas.
Ayudar a quienes están en guerra
Asimismo, otro de sus consejos para abordar esta situación desde casa es contar a los niños que podemos hacer cosas para ayudar a las personas que están en guerra, y resalta que si los niños sienten que no pueden hacer nada, igual que nosotros, sienten mucha rabia. Por tanto, recomienda el poder decirles que todos podemos hacer algo para resolverlo.
"Pueden llevarse bien con amigos, compartir, aprender a llegar a acuerdos, pueden ser generosos y ver en el recreo que si hay algún niño o niña que le pasa algo o que necesita algo, ayudar a quien no sabe resolver el conflicto, o se están peleando les pueden ayudar; escribir una carta a niños y niña de Ucrania; colaborar en las asociaciones de vecinos y ahora en muchos sitios están viendo posibilidades para enviar alimentos, mantas; entonces podemos hacerles partícipes de cómo vamos a ayudar a los niños y niñas de allí desde aquí", detalla.
La psicóloga considera que también es imprescindible en esta situación el darles seguridad: "Los niños no son los que se tienen que preocupar de las decisiones de los adultos y que ya están los adultos para asegurar que ellos estén protegidos y bien. Y también decirles que en estos países hay ayuda humanitaria, personas que están ahí para ayudar a que los niños de lugares de conflicto tengan ropa, alimentos. Hacerles saber que aquí hay muchas personas que se preocupan por ellos, familia, amigos, profesores, por ejemplo, de forma que ellos no tienen por qué preocuparse de su bienestar".
Con todo ello, la directora de Crece Bien quiere lanzar un mensaje a las familias y a los profesores, así como a todos los que se dedican a la educación, que la mejor manera de evitar las guerras es enseñar a niños y niñas a cooperar, a ser solidarios, a ser generosos, a tener empatía por los demás, a preocuparse por los demás, y que sea más importante compartir que tener tu juguete, o a preocuparte si alguien necesita tu ayuda antes de estar tú jugando a tu juguete.
"Las familias ahora estamos todos muy pendientes de lo que pasa y tenemos que tener un ojo sobre cómo se sienten niños y niñas que están a nuestro lado, cómo lo están viviendo también ellos y ellas. Queremos ver las noticias, pero es mejor apagar las noticias, para dedicarles tiempo y ver cómo lo están asimilando, y que ojalá no pase esto, pero ya que pasa que podamos sacar un aprendizaje", sentencia Sonia Martínez Lomas.