El conflicto en Nagorno Karabaj ha dado lugar a una creciente y preocupante crisis humanitaria, con más de 50.243 personas desplazadas hasta la fecha, según los registros de Armenia, de una población estimada en 120.000. Esto supone cerca del 50% de la misma. Este éxodo masivo de refugiados, en su mayoría compuesta por mujeres, niños y ancianos, ha llamado la atención de la comunidad internacional y ha generado una profunda inquietud.

Las cifras actualizadas fueron proporcionadas por el viceprimer ministro armenio, Tigrán Jachatrián, quien ha destacado la urgencia de la situación. En respuesta a esta emergencia, el Gobierno armenio ha tomado medidas rápidas, como la creación de puntos de registro en la frontera y la provisión de alojamiento para más de 2.500 personas desplazadas.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha manifestado su profunda preocupación por el rápido aumento en el número de desplazados y las difíciles condiciones en las que se encuentran en la frontera. Estas personas son especialmente vulnerables y requieren asistencia urgente, sobre todo debido a las bajas temperaturas que se avecinan.

 

Intensificar los esfuerzos humanitarios

 

ACNUR ha anunciado su compromiso de intensificar los esfuerzos humanitarios, centrándose en la provisión de refugio y apoyo psicológico para aquellos que lo necesitan desesperadamente. Filippo Grandi, el jefe de ACNUR, ha enfatizado la importancia de proteger a los civiles y garantizar que reciban la ayuda necesaria en esta situación crítica.

ACNUR ha pedido (1) la protección de los civiles y el pleno respeto del derecho internacional humanitario y de refugiados, que en medio de esta crisis, hace un llamado urgente a todas las partes involucradas en el conflicto a abstenerse de realizar acciones que agraven aún más la situación humanitaria. Se espera que se respeten los derechos humanos de la población afectada, especialmente aquellos de origen armenio.

Además, ACNUR ha instado a llevar a cabo investigaciones transparentes en caso de posibles violaciones de derechos humanos o del derecho internacional humanitario. La prioridad absoluta en este momento es garantizar la seguridad y la dignidad de las personas desplazadas y permitirles regresar a sus hogares si así lo desean. Esta crisis subraya la necesidad de una respuesta humanitaria eficaz y un esfuerzo conjunto para mitigar el sufrimiento de la población afectada.

Referencias