En víspera de La hora del Planeta (25 de marzo), investigadores proponen una solución en la revista Science para que la economía mundial reduzca rápidamente las emisiones de carbono.
Los científicos argumentan que una hoja de ruta del carbono, impulsada por una simple regla general o "ley del carbono" de reducir a la mitad las emisiones cada década, podría favorecer la innovación disruptiva.
Esta "ley de carbono", basada en la Ley de Moore en la industria de la computación, se aplica a ciudades, naciones y sectores industriales. Los autores dicen que las emisiones de combustibles fósiles deberían alcanzar el pico antes de 2020 a más tardar y caer a alrededor de cero en 2050 para cumplir con la meta climática del Acuerdo de París de limitar el incremento de la temperatura global a "muy por debajo de 2 ° C" desde la época preindustrial.
Un enfoque de "ley del carbono", dice el equipo internacional de científicos, asegura que los mayores esfuerzos para reducir las emisiones ocurran antes no más tarde.
Los investigadores dicen que la reducción a la mitad de las emisiones cada década debe completarse con una implantación igualmente ambiciosa y exponencial de las energías renovables. Por ejemplo, duplicar las energías renovables en el sector energético cada entre cinco y siete años, acelerar las tecnologías para eliminar el carbono de la atmósfera y reducir rápidamente las emisiones de la agricultura y la deforestación.
"Ya estamos en el inicio de esta trayectoria, en la última década la cuota de energías renovables se ha duplicado cada 5,5 años. Si la duplicación continúa a este ritmo, los combustibles fósiles saldrán del sector energético mucho antes de 2050", celebra uno de los autores del documento, el profesor Johan Rockström, director del Centro de Resiliencia de Estocolmo de la Universidad de Estocolmo, Suecia.
Los autores ubican el final del carbón en 2030-2035 y el petróleo entre 2040-2045 de acuerdo con su "ley de carbono" y proponen que, para permanecer en esta trayectoria, todos los sectores de la economía necesitan hojas de ruta del carbón por décadas que sigan esta regla de oro, modelada en la Ley de Moore.
La Ley de Moore establece que los procesadores de computadoras duplican su poder cada dos años. Si bien no es una ley natural ni legal, esta simple regla o heurística ha sido descrita como una "regla de oro" que se ha mantenido durante 50 años y todavía impulsa la innovación disruptiva. El documento señala que una "ley de carbono" ofrece una forma flexible de pensar en reducir las emisiones de carbono y se puede aplicar a través de las fronteras y los sectores económicos, así como a escala regional y global.
Objetivo: la descarbonización para 2050
El director del Instituto de Investigación sobre el Impacto Climático de Potsdam, en Alemania, Hans Joachim Schellnhuber, dice: "Nuestra civilización necesita llegar pronto a un punto de inflexión socioeconómica y esta hoja de ruta muestra cómo puede lograrse. En particular, identificamos los pasos concretos hacia la completa descarbonización para 2050. Las empresas que tratan de evitar esos pasos se perderán la próxima revolución industrial y, por lo tanto, su mejor oportunidad para un futuro rentable.
El subdirector general del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por sus siglas en inglés), en Austria, y miembro de la Liga de la Tierra, Nebojsa Nakicenovic, dice: "La humanidad debe emprender una transformación decisiva hacia una completa descarbonización. La 'ley del carbono' es una estrategia poderosa y una hoja de ruta para reducir las emisiones a cero a fin de mantenerse dentro del presupuesto mundial de carbono para estabilizar el clima a menos de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales".
El científico Joeri Rogelj, también de IIASA, añade: "La 'ley del carbono' esboza un camino global hacia el logro de los objetivos climáticos y de sostenibilidad en términos amplios y cuantitativos, y bosqueja una visión general de reducciones rápidas de emisiones conjuntamente con el desarrollo de opciones sostenibles de remoción de dióxido de carbono".
A ello, el director de la Escuela de Clima y Energía de la Universidad de Melbourne, en Australia, añade: "Las regiones que abren paso a inversiones en energía renovable y almacenamiento a largo plazo convertirán un futuro sin emisiones en una oportunidad económica. Durante años, hemos visto el descenso de las tecnologías fósiles históricas sólo como una carga, el otro lado de la moneda ahora está finalmente visible: menos costos, más empleos y aire más limpio".
A raíz de una 'ley del carbono' que se basa en escenarios de energía publicados, daría al mundo un 75% de probabilidad de mantener la Tierra por debajo de 2 ° C por encima de las temperaturas preindustriales, el objetivo acordado por los países en París en 2015.