Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv, (TAU, por sus siglas en inglés), en Israel, publicado en Scientific Reports extrae información de las vocalizaciones de murciélagos. La investigación, dirigida por el profesor Yossi Yovel, del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida de la TAU, ha analizado la verdadera cacofonía emitida por los murciélagos para identificar pruebas concretas de una especie socialmente sofisticada que aprende la comunicación.
"Cuando entras en una cueva de murciélagos, oyes un montón de 'jerga', una cacofonía agresiva de murciélagos, pero ¿son simplemente 'gritos' o hay información entre el ruido?", plantea Yovel. "Investigaciones anteriores suponían que la mayoría de las comunicaciones de los murciélagos se basaban en gritos y gritos, queríamos saber cuánta información se transmitía realmente y si podíamos extraer esa información", explica.
Para el propósito de la investigación, Mor Taub y Yosef Prat, estudiantes del laboratorio del profesor Yovel, registraron los sonidos emitidos por 22 murciélagos egipcios en la "cueva de murciélagos" de TAU durante 75 días. Los autores ensamblaron entonces un conjunto de datos de aproximadamente 15.000 vocalizaciones, que representaban el repertorio vocal completo de los murciélagos utilizados durante el experimento.
La evolución de la comunicación
Al analizar este conjunto de datos, los autores encontraron que las vocalizaciones contenían información sobre la identidad del emisor, el destinatario, el contexto y el comportamiento. Mientras que la mayoría de las vocalizaciones de esta especie fueron emitidas durante encuentros agresivos, los científicos también pudieron distinguir su contexto agresivo específico, como peleas sobre alimentos, lugares donde dormir u otros recursos.
"El estudio de la cantidad de información que se transmite en la comunicación animal es importante si se está interesado en la evolución del lenguaje humano ─dice Yovel─. Específicamente, una gran desconocida en el mundo de la comunicación animal es su comprensión de la semántica, es decir, cuando se oye la palabra manzana, imaginarse inmediatamente una fruta redonda y roja".
"En nuestra investigación encontramos que las llamadas de murciélago contienen información sobre las identidades de la persona que llama y del destinatario, lo que implica que hay un factor de reconocimiento y también hemos podido discernir el propósito y el contexto de la conversación, así como el posible resultado de la 'discusión", resalta.
Según el profesor Yovel, los nuevos hallazgos sugieren que ahondar en las llamadas animales podría servir para un propósito más amplio, arrojando luz sobre la evolución de la comunicación en conjunto. Los investigadores fueron incluso capaces de identificar diferentes entonaciones que indican los saludos de un "amigo" o un "enemigo".
"Generamos una gran cantidad de datos, docenas de llamadas durante tres meses ─señala Yovel─. Hemos encontrado que los murciélagos luchan sobre las posiciones de dormir, sobre el apareamiento, sobre la comida o simplemente por luchar. Para nuestra sorpresa, pudimos diferenciar entre todos estos contextos en completa oscuridad y estamos seguros de que los murciélagos son capaces de identificar aún más información y con mayor precisión. Son, después de todo, una especie extremadamente social que vive con los mismos vecinos durante decenas de años".