Al estudiar HD 163296, los investigadores usaron el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) en Chile, para trazar, por primera vez, la distribución en el disco de ambos componentes, polvo y gas de monóxido de carbono (CO), con el mismo nivel de detalle.
Estas observaciones revelaron tres surcos bien definidos en el polvoriento disco protoplanetario. El primer surco se encuentra a unas 60 unidades astronómicas (UA) de la estrella central, lo cual equivale aproximadamente a la distancia que separa nuestro Sol de Neptuno (una unidad astronómica es equivalente a la distancia promedio entre la Tierra y el Sol). Los otros dos surcos se encuentran a 100 y 160 UA de la estrella, lo que supera con mucho la extensión del Cinturón de Kuiper, la parte de nuestro Sistema Solar habitada por astros congelados más allá de la órbita de Neptuno.
Usando la capacidad de ALMA para detectar las débiles ondas milimétricas emitidas por las moléculas de gas, Isella y su equipo descubrieron que había también una depresión apreciable en la cantidad de CO en los dos surcos exteriores.
A 400 años-luz de la Tierra
Al ver el mismo patrón repetido en el gas y el polvo del disco, los astrónomos creen haber encontrado indicios fehacientes de que hay dos planetas formándose bastante alejados de la estrella central. El ancho y la profundidad de estos dos surcos en el gas sugieren que la masa de cada uno de los potenciales planetas es equivalente a la de Saturno, comenta Andrea Isella, astrónomo de la Universidad Rice en Houston y autor principal de un artículo publicado en Physical Review Letters.
En el surco más cercano a la estrella, los investigadores no encontraron casi diferencia entre la concentración de gas CO y el disco de polvo. Esto indica que este surco podría haberse originado por otro fenómeno distinto a la formación de un planeta.
"El polvo y el gas tienen comportamientos muy diferentes alrededor de estrellas jóvenes", explica Isella. "Sabemos, por ejemplo, que hay ciertos procesos químicos y físicos que pueden producir estructuras de anillos en los discos de polvo, como las que vimos. Ciertamente podemos pensar que esas estructuras son originadas por la formación planetaria, pero no podemos descartar otras explicaciones posibles. Las nuevas observaciones que realizamos proveen valiosa evidencia de que efectivamente se están formando planetas alrededor de esta joven estrella".
HD 163296 tiene 'apenas' unos 5 millones de años y una masa aproximada de dos veces nuestro Sol. Se encuentra a unos 400 años-luz de la Tierra en dirección de Sagitario.