"El cambio climático es la amenaza decisiva de nuestro tiempo. Nuestro deber, mutuo y hacia las generaciones futuras, es elevar nuestras metas", ha defendido el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en su intervención de este miércoles ante los delegados de los 195 países presentes en la conferencia del clima (COP23) en Bonn, que ha entrado en su tramo decisivo.
"Tenemos que hacer más en cinco áreas de objetivos: emisiones, adaptación, financiación, cooperaciones y liderazgo", ha insistido. "El lapso de tiempo en el que podemos alcanzar la meta de dos grados se podría acabar en 20 años o menos. Y quizás nos queden solo cinco años para doblar la curva de emisiones a 1,5 grados", ha alertado.
El Acuerdo de París de 2015 contempla como objetivo limitar el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados con respecto a la era preindustrial y, en lo posible, a 1,5 grados.
Por otra parte, Guterres ha dicho que se constatan avances. Así, ha subrayado que durante muchos años se dijo que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero frenaría el crecimiento y que las altas emisiones eran un coste inevitable del progreso, pero "este dogma está muerto" y ha sido rectificado por varios países.
"Tenemos que actuar. Y actuar ahora", ha urgido por su parte el primer ministro de Fiyi y presidente de la cita de Bonn, Frank Bainimarama.
“Estamos todos en el mismo barco"
"Estamos representando los intereses de la gente y los lugares que llaman su hogar [...]. Estamos todos unidos en el compromiso de reducir las emisiones [...]. Estamos todos en el mismo barco", ha defendido el primer presidente de una cumbre procedente del grupo de pequeños estados insulares, extremadamente vulnerables al cambio climático.
Bainimarama ha dado la palabra en primer lugar a su compatriota Timothy, un niño de la provincia de Telugu que ha contado cómo su pueblo y su escuela fueron golpeados el año pasado por un temporal devastador. "La amenaza del cambio climático es real y está pasando aquí y ahora [...] Y se quedará si no hacemos algo ya", ha advertido.
Delegados de 195 países se han dado cita en Bonn para consensuar un sistema de reglas que permitan medir, comparar y verificar los avances de los países en la consecución de las metas asumidas para limitar el calentamiento del planeta acordadas en 2015 en París.
Los instrumentos legales que derivarán de estas negociaciones deberán ser aprobados en la próxima cumbre en Kattowice, Polonia, a finales de 2018.
"El Acuerdo del Clima de París debe ser irreversible", ha reclamado el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien ha tendido una mano a Estados Unidos, el único país que anunció su salida tras la llegada al poder de Donald Trump.
"La política internacional, al igual que el clima, es un barco de carga lento, en especial cuando entra en movimiento", ha afirmado Steinmeier. "Y quizás alguno que hoy se sale del puente de mando para hacerse a la mar en un bote auxiliar quiera acoplarse nuevamente al gran barco en un par de años", ha añadido.