Un total de 709 personas fallecen cada año en España de forma prematura a consecuencia de las centrales térmicas de carbón, según un estudio presentado este miércoles por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), que exige al Gobierno que actúe con urgencia para reducir la contaminación atmosférica y cerrar todas las centrales térmicas de carbón antes de 2025.
Según el informe, en 2014, la contaminación de las 15 centrales térmicas de carbón españolas provocó 459 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, 709 muertes prematuras, más de 10.500 nuevos episodios de asma en niños y pérdidas económicas de entre 800 y casi 1.700 millones de euros anuales.
Así, la directora del IIDMA, Ana Barreira, ha recordado que el Gobierno y las administraciones tienen la "obligación" de proteger la salud y evitar la muerte prematura de cientos de personas.
"No puede negar las evidencias científicas y debe apostar por el cierre progresivo de las centrales térmicas de carbón para frenar el cambio climático y cumplir así con el Acuerdo de París", ha manifestado.
El estudio Un oscuro panorama: los efectos en la salud de las centrales térmicas de carbón en España durante 2014, afirma que en 2014 se contabilizaron 459 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias y 387 casos de bronquitis crónica en adultos.
Asimismo, subraya que los niños son además "uno de los colectivos más vulnerables" con 10.521 nuevos episodios de asma detectados en niños asmáticos y 1.233 casos de bronquitis.
A nivel económico, el impacto de las pérdidas se sitúa entre los 800 y los 1.667 millones anuales derivados del gasto sanitario y la reducción de productividad causada por el absentismo laboral: 163.326 días de trabajo perdido y 747.686 días de actividad restringida (cuando una persona no puede llevar a cabo su actividad habitual por mala salud).
El noroeste, la zona más afectada
Por zonas, la más afectada es el noroeste, donde se localiza la mayoría de las centrales térmicas de carbón y es "sin duda" una de las más afectadas por la contaminación atmosférica.
De hecho, el ingeniero ambiental del IIDMA y coautor del informe Massimiliano Patierno, ha destacado que quienes viven en Castilla y León corren un riesgo tres veces más alto en comparación con la población de Extremadura.
"Si tenemos en cuenta la contaminación provocada por las partículas en suspensión (PM 2,5), las probabilidades de que fallezca un habitante de Asturias son 6,1 veces más altas que las de un habitante de la Comunidad de Madrid", ha indicado.
Barreira ha insistido en que el Gobierno y las administraciones autonómicas y locales deben tomar "medidas urgentes" para reducir los niveles de contaminación atmosférica y cumplir con las normativas establecidas por la OMS.
"Las centrales térmicas que se hayan acogido al Plan Nacional Transitorio y sigan funcionando a partir del año 2020 deben cumplir con los límites de emisión exigidos por la normativa europea, algo que ahora están incumpliendo", ha recordado.