Unas 68.000 personas mueren de forma prematura en Europa cada año por las emisiones tóxicas de dióxido de nitrógeno de los vehículos diésel, según un estudio de Transport & Environment (T&E), que pone de manifiesto que los coches de gasóleo tienen un mayor impacto sobre el clima que los de gasolina.
El documento pone de manifiesto que los automóviles diésel contaminan y tienen más emisiones de dióxido de carbono (CO2), que aceleran más el cambio climático en comparación con los mismos modelos equipados con motores de gasolina.
Así, los datos de T&E apuntan que, a lo largo de todo el ciclo de vida de sus emisiones, los vehículos diésel emiten 3,65 millones de toneladas de CO2 más que un modelo de gasolina equivalente, ya que necesitan mayor energía para su refinado, así como más materiales para la construcción de los motores, que, además, son más complejos.
"El dieselgate expone a los coches diésel a ser la principal causa de dióxido de nitrógeno en las ciudades europeas que está matando a 68.000 europeos al año", explica la responsable de Vehículos Limpios de T&E, Julia Poliscanova.
En este sentido, indica que, al contrario de lo que dice la industria, los modelos diésel son también peores para el cambio climático que las versiones de gasolina. "Europa debe ahora avanzar y acelerar la transición hacia vehículos limpios y electrificados y enviar los diésel sucios a los museos", reclama.
Beneficios al diésel
Por otro lado, el informe subraya que el gasóleo cuenta con ventajas fiscales en diferentes países de Europa, donde la penetración de este combustible es de cerca del 50%, frente a otros mercados donde su presencia es mucho más reducida.
T&E resalta que entre los motivos de esta situación se encuentran los impuestos "distorsionados" para este combustible, que goza de ventajas fiscales de entre un 10% y un 40% respecto a los de gasolina, lo que supuso un coste para los gobiernos en recaudación fiscal de 32.000 millones de euros en 2016.
Además, critica los estándares de emisiones de la Unión Europea permitieron a los diésel emitir más óxidos de nitrógeno que los de gasolina. Igualmente, Poliscanova indicó que el legado del dieselgate son 37 millones de vehículos diésel contaminantes en las carreteras europeas. "Necesitamos una acción coordinada y concertada en toda la Unión Europea para asegurar que estos coches dejen de emitir humos tóxicos por otros diez o quince años", explica.
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