El secretario de Estado de Medio Ambiente, el asturiano Hugo Morán, ha advertido que combatir el cambio climático es una lucha en la que el "enemigo" "somos nosotros mismos" y en la que, además, "no se puede comprar el tiempo" porque es un proceso "imparable" e "irreversible". Así, ha avisado de que el que se incorpore tarde tendrá "menos oportunidades".
"El tiempo es el único elemento que no estamos en condiciones de gestionar políticamente. Podemos abordar con mayor o menor intensidad el esfuerzo y podemos volcar más recursos en la acción pero lo que no podemos comprar es tiempo", ha afirmado durante su intervención este lunes en Santander en la inauguración de un encuentro sobre la Agenda 2030, dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
En su intervención en este acto, Morán ha expuesto algunas de las medidas del actual Gobierno de España para abordar la transición ecológica hacia un modelo "más sostenible y más justo".
Morán ha reivindicado la importancia del "capital natural" y ha resaltado la necesidad de construir un nuevo protocolo en la relación entre el ser humano y el entorno en el que vive, que "ponga límite a su capacidad de explotación" de los recursos de la naturaleza.
Agua, energía y biodiversidad
Además, ha señalado que el derecho al agua, el derecho al acceso a la energía y la protección de la biodiversidad son los "tres elementos fundamentales" en que se debe sustentar la acción política en esta transición ecológica.
En primer lugar, ha insistido en la necesidad de modificar el "patrón energético", que es, según ha dicho, el factor que trae causa del fenómeno del cambio climático y ha advertido que sin un cambio "radical" en el mismo a nivel planetario será "imposible" revertir el fenómeno del cambio climático hasta unos límites "vitalmente asumibles".
En declaraciones a los medios de comunicación antes de intervenir en el encuentro, el secretario de Estado ha aludido a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que el Gobierno está preparando y, básicamente, ha insistido en los plazos señalados hace unos días por la ministra, Teresa Ribera.
Así, ha explicado que "está bastante avanzado" el borrador del anteproyecto de la ley y la intención es presentarlo a la Comisión Interministerial para que los ministerios que estén concernidos por el texto puedan realizar sus aportaciones y ya en septiembre poder abrir un proceso "amplio" de participación pública.
Morán ha subrayado que esta Ley es un objetivo de legislatura para el Ministerio y, como ya avanzó la ministra, se quiere llevar al Parlamento para iniciar su tramitación en las Cámaras antes de que concluya el año.
Ya en su intervención en el encuentro, el secretario de Estado ha señalado que dos de los espacios donde se han hecho más visible, a su juicio, el problema de haber mantenido durante dos siglos el actual modelo energético es en la destrucción de la biodiversidad y en la reducción de los recursos hídricos.
Una nueva política del agua basada en la solidaridad
Respecto al agua, Morán ha aludido a los problemas de España en la distribución de regular de este recurso y ha señalado la necesidad de abordar una nueva política del agua para garantizar la estabilidad económica y social del país.
El secretario de Estado ha explicado que es una tarea que se quiere abordar "en términos de solidaridad social, territorial y económica" y además cooperando desde España con otros espacios con el mismo problema.
Morán ha señalado que esta nueva política se necesita construir bajo un "binomio equilibrado" agua-energía y es que, según ha dicho, el agua va a tener que recurrir cada vez más al elemento energía como el vector que permita garantizar el acceso a ese derecho.
Así, ha señalado que la nuevas energías al servicio de la garantía del agua donde tienen más capacidad de desarrollo es precisamente en aquellos espacios "más sensibles y vulnerables".
Y en cuanto al tercer elemento, la biodiversidad, Morán ha advertido que la amenaza que se cierne sobre ella es un problema "prácticamente al mismo nivel que el del cambio climático" pero qué pasa "mucho más desapercibido".
El secretario de Estado ha defendido que es sobre la garantía de la sostenibilidad de la biodiversidad en el planeta sobre la que se construye la salud ambiental del planeta y, a la vez, es sobre ésta se sustenta la seguridad de la salud humana.
Así ha advertido que no se trata de un problema al que se pueda asistir como a un "documental" puesto que es una cuestión de salud y ha alertado de que "acabaremos pagando las consecuencias" de la "inacción" o de la "mala acción".
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