El temido mosquito tigre asiático, una de las especies invasoras más extendidas por todo el mundo, está usando exitosamente huevos con forma de 'cápsula del tiempo' para sobrevivir en condiciones que son más frías que las de su territorio nativo.
Los mosquitos del norte se han adaptado a los inviernos más fríos, en comparación con sus contrapartes del sur. Esta nueva evidencia de una rápida adaptación local descrita en una investigación de la Universidad de Washington en St.Louis (Estados Unidos) podría tener implicaciones para los esfuerzos por controlar la propagación de esta especie invasora, que se considera un "vector competente" de numerosos patógenos que son relevantes para los humanos, incluidos los virus Zika, chikungunya y dengue. El trabajo se publica en la edición del 21 de agosto del Journal of Applied Ecology.
"Todo esto ocurrió en un período de 30 años", dijo el biólogo Kim Medley, director del Centro de Investigación Tyson y primer autor del nuevo estudio. "Este vector de enfermedad ha evolucionado rápidamente para adaptarse a los Estados Unidos. El hecho de que esto haya ocurrido en un límite de rango puede sugerir que existe la posibilidad de que la especie continúe extendíendose más hacia el norte".
Los mosquitos responden al inicio del invierno poniendo huevos de diapausa, literalmente, huevos de desarrollo retrasado. Estos huevos especiales contienen un embrión fertilizado que se encuentra en un estado de casi hibernación y tiene un metabolismo muy lento. El resultado es casi como una cápsula del tiempo del mosquito.
La capacidad de producir huevos que pueden esperar para eclosionar no es algo nuevo. Esta técnica ayuda a los mosquitos a sobrevivir el frío del invierno, pero también funciona en condiciones secas. Todos los mosquitos ponen sus huevos en o cerca del agua estancada, y las larvas necesitan eclosionar en agua estancada. Pero pueden sobrevivir secándose en el medio.
Aún así, los huevos de diapausa son diferentes de los huevos normales. Investigaciones anteriores habían demostrado que los mosquitos del norte ponen más huevos de diapausa que sus primos del sur. Lo que los investigadores no sabían era cómo estos huevos realmente funcionan en las condiciones en las que están preparados para funcionar.
Para este nuevo experimento de campo, Medley y su equipo recolectaron huevos de mosquitos vivos y larvas de ciudades cercanas al centro del hábitat que han invadido y también desde el extremo norte aproximado de su área de distribución de Estados Unidos. Los investigadores eclosionaron y criaron estos mosquitos y sus generaciones posteriores en lotes en el laboratorio.
Inviernos reales en cuatro lugares diferentes
Entonces llegó el momento de enfriarse. Los investigadores expusieron a los mosquitos a períodos de luz más cortos para indicar el comienzo del invierno. Recogieron los huevos de diapausa que producían los mosquitos, luego enviaron lotes de huevos para soportar inviernos reales en cuatro lugares diferentes: en sitios de campo en el extremo norte y en el núcleo de su rango actual; en un sitio de laboratorio con clima controlado que representaba las condiciones invernales "óptimas" en el territorio de origen de los mosquitos en Japón, y en un sitio del extremo norte de Wisconsin, claramente fuera del rango establecido actual de los mosquitos.
Después de que pasó el verdadero invierno, los investigadores llevaron los huevos nuevamente al laboratorio y los eclosionaron. "Contamos todos los huevos para ver cuántos sobrevivieron al invierno en todos estos lugares", dijo Medley. "Lo que aprendimos fue que los huevos de diapausa de los mosquitos del norte sobrevivieron a los inviernos del norte significativamente mejor que los huevos de los mosquitos del sur".
"Estos mosquitos del norte están produciendo muchos más huevos de diapausa", dijo Medley. "Ahora sabemos que a estos huevos también les va mucho mejor en invierno".