El cambio climático provocará una subida de un metro del nivel del mar Mediterráneo afectando "masivamente" a la región, en la que viven más de 500 millones de personas y que se calienta un 20% más rápido que el resto del globo, según un estudio de la red Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC) hecho público ayer jueves en el IV Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM) en Barcelona.
El coordinador del MedECC, Wolfgang Cramer, alertó de que afectará negativamente a la salud humana y aumentará la pobreza relacionada con la falta de agua potable, de comida y de un hogar seguro, lo que puede incrementar las crisis sociopolíticas que generan migraciones: "Si mejoramos la colaboración entre países y la forma de gestionar la situación política, aumentará la resiliencia" al cambio climático.
Se trata del primer estudio sobre el impacto del cambio climático en la región, un análisis que culminarán en 2020 y que en sus primeras conclusiones prevé subida de la temperatura de 2,2 grados centígrados en 2040 si se mantienen las políticas actuales (frente al objetivo de limitarlo a 1,5 del Tratado de París), llegando a 3,8 grados en 2100 y afectando a recursos "esenciales" para la vida.
La autora principal del trabajo, Semia Cherif, ha advertido de que si se da un escenario de gases de efecto invernadero más altos, el aumento podría llegar a 5 grados centígrados a final de siglo, pero solo subirá 1 grado si se reducen las emisiones, según ha detallado en la apertura del foro, titulado Clima y medio ambiente en la región mediterránea, nuestro reto común.
Históricamente, la región se calienta un 20% más rápido que la media global, y contiene la mitad de las 20 ciudades del mundo que más se verán afectadas en 2050 por la subida del nivel del mar (un tercio de la población de los países ribereños vive en la costa), y a esto se suma que el informe elaborado por 85 científicos prevé que más de 250 millones de personas sufran escasez de agua en 20 años.
Menos trigo y peces
Esta región produce el 60% del trigo del mundo, pero cada grado que suba la temperatura reducirá la cosecha un 7,5%, con lo que puede llegar a bajar la producción en un 37,5% en 2090, lo que es un problema "muy importante, porque el trigo es la base de la pirámide alimentaria en el Mediterráneo".
El calentamiento impacta más fuerte sobre el mar, donde una subida de 1 grado multiplicará por diez las áreas en las que el oxigeno es bajo, reduciendo entre un 20% y un 30% el tamaño de los peces, con lo que prevén que en 2050 los peces vean reducido en un 49% su peso corporal.
La salud humana se verá afectada directamente por la subida de la temperatura, que provocará olas de calor, inundaciones que generarán más infecciones, sequías que conllevarán menos alimentos y agua y la expansión de mosquitos y otros transmisores (vectores) de enfermedades como el virus del Nilo Occidental, Chikungunya y Leishmaniasis, además del polvo de incendios.
Todos estos factores crean sinergias con la contaminación, por ejemplo la del ozono troposférico (O3) y los óxidos de nitrógeno (NOx), y repercutirán más intensamente en mayores y niños, personas pobres, personas con acceso limitado a la atención sanitaria y sin aire acondicionado en el trabajo.
A nivel molecular, el cambio climático acelerará las reacciones químicas en la atmósfera y provocará cambios en el estado físico del agua, evaporándola y derritiendo el hielo, mientras que a nivel de los ecosistemas, provocará la desoxigenación del agua del mar, y aumentará la contaminación.
Prevén que la proporción de agua salada aumente en relación al agua dulce, y ambas verán más contaminación química, con pesticidas, metales pesados, antibióticos y disruptores endocrinos; física, con microplásticos y nanopartículas, y biológica, por virus, protozoos, parásitos y bacterias, han señalado los científicos.
"Enormes calamidades"
El secretario general de la UpM, Nasser Kamel, advirtió de las "innegables calamidades" que pueden afectar a la estabilidad y la prosperidad de la región mediterránea, ante lo que urgió a una acción coordinada por parte de los estados, y pidió a los sectores privados que inviertan en este ámbito para ayudar a movilizar recursos.
Dijo esperar que el informe presentado "sirva como una guía para tomar decisiones para los gobernantes", y situó el cambio climático entre las principales prioridades de la UpM, que deberá mitigar los efectos, construir capacidades a través de una red de comunidades y combatir el negacionismo con datos científicos para concienciar a la población.
El secretario de la UpM, Abdalah Mokssit, ha dicho que el cambio climático "ya está afectando a personas, ecosistemas y formas de vida en todo el mundo", mientras que el director general adjunto de la Comisión Europea (CE), Maciej Popowski, opinó que el marco científico tiene que basar las decisiones, y que el momento de actuar es ahora.
El foro reunió en la capital catalana a ministros de exteriores de los países mediterráneos, y fue presidido por la alta representante de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, a la que acompañaron el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell; su homólogo jordano, Ayman Safadi y el presidente de la UpM.