El Ministerio para la Transición Ecológica prepara una orden ministerial por la que el papel y el cartón recuperados y listos para reciclar podrían dejar de ser considerados un residuo (si cumplen determinadas condiciones) para ser una materia prima secundaria, lo que implica numerosos cambios efectivos y fiscales para la industria.
Sin embargo, el sector de la recuperación de estos materiales considera que el borrador de la orden ministerial, aunque es positivo, plantea ciertas trabas por lo que no ve un "ánimo real" del Gobierno para que los residuos de papel recuperado en España se desclasifiquen.
Entre otras cuestiones, la orden ministerial cuyo plazo de alegaciones terminó el 19 de julio, establece la obligación de que las instalaciones de tratamiento de papel y cartón para reciclar así como las personas físicas o jurídicas tengan un plazo de seis meses para volver a obtener una autorización de operación, lo que para el sector es "una nueva traba".
El director general de Repacar, la Asociación Española de Recicladores Recuperadores de Papel y Cartón, Manuel Domínguez, celebra que el Gobierno se haya puesto manos a la obra para realizar esta modificación normativa que era una "reclamación histórica del sector" porque cierto flujo de residuos "no debería ser tratado como tal" sino como una nueva materia prima.
Más burocracia y papeleo
Sin embargo, en declaraciones a Europa Press considera que la propuesta del Gobierno lejos del objetivo de bajar la carga burocrática al sector para hacerla más competitivo, aumenta "el papeleo". En todo caso ve "positiva" la orden, que permitirá que el material que sale de las plantas de reciclado cumple con la normativa EN UNE 643 para que pueda ser cosumida como materia prima por los fabricantes de cartón y papel y, por tanto, ser tratada como un nuevo producto con una carga burocrática menor porque no se rige por la Ley de suelos contaminados.
Otro de los aspectos favorables para el sector, a su juicio, es que será de aplicación voluntaria, es decir que será el gestor quien, en función de la calidad y características del material resultante, diferenciará entre lo que se puede considerar materia prima secundaria y lo que, sin embargo, seguirá siendo tratado como residuo. "Los flujos que se recogen en el contenedor azul son más difíciles de reciclar", comenta.
En todo caso, los recuperadores han propuesto varias modificaciones al Ministerio para la Transición Ecológica porque "tal y como está supone más un embrollo que una rebaja de la carga burocrática".
El director general de REPACAR ha subrayado que en Europa sobran cada año 7,9 millones de toneladas de papel y cartón porque en el continente se consumen muchos bienes de consumo envasado que proceden de Asia. "Producimos más residuos que los que necesitamos para producir y se sobrepasa la demanda europea. De modo que esos 7,9 millones se trasladan a otros mercados donde son nuevamente consumidos", ha comentado.
Por ello, considera que facilitar este cambio ayudará al retorno natural de fibra que viene en envases desde Asia y que ahora podrán volver a Asia para, de nuevo, retornar en forma de nuevos envases a Europa. "Tenemos un mercado excedentario en material, por lo que necesitamos un mercado que demande este producto como materia prima secundaria", añade.
Otra de las quejas del sector es que el borrador de orden ministerial añade requisitos burocráticos al traslado de residuos y el propio título de la norma: Proyecto de Orden Ministerial por la que se establecen los criterios para determinar cuándo el papel y cartón para reciclar deja de ser residuo con arreglo a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
REPACAR no quiere que se denomine papel para reciclar sino papel "recuperado" puesto que con esta denominación el texto "está hecho a la medida de los fabricantes de papel", para no perder su condición de 'reciclador' aún cuando lo que consuman en su proceso productivo sea un producto similar a la fibra virgen. Esto, añaden, no es de uso en el sector "ni en Europa, ni en ninguna región del mundo".
"No deberíamos complicar aún más el marco normativo ni confundir a la ciudadanía. El papel residuo es el que se recicla, no la fibra de celulosa", señala Domínguez que añade que decir que se recicla la fibra es solo una media verdad que puede confundir a los ciudadanos. "Lo que se recicla es todo el papel", insiste.
Por otro lado, aunque reitera que la intención de Repacar es que la orden ministerial sea de aplicación y no sabotearla se queja de que los gestores de residuos actuales (REPACAR lleva operando en España más de 50 años) ya están autorizados por las comunidades autónomas, pero la orden ministerial apuesta por que estas entidades tendrán que ser autorizadas de nuevo.
Dominguez ve "innecesario" este trámite y critica que solo supondría una carga burocrática más y "complicaciones" para los gestores ya que los departamentos de autorizaciones de las comunidades autónomas están "casi saturados por el basto número de expedientes a gestionar".
"Existen en nuestro país un gran número de gestores con la inversión realizada y máquinas preparadas y que no pueden aún operar por la lentitud en la resolución de las autorizaciones. Con esta norma, complicamos aún más esta situación", lamenta Domínguez.
Ante esta situación, añade que desde REPACAR están "convencidos" de que no hay un ánimo real de desclasificar los residuos de papel recuperado en España.
En definitiva, considera que la normativa tiene "mucha potencialidad" para apostar por el mercado de reciclado y agilizar el de materias primas secundarias, al tiempo que facilitar la reintroducción de los residuos al sistema productivo, siempre y cuando se tenga en cuenta la visión de los gestores de los residuos, verdaderos protagonistas que van a aplicar esta normativa. "Si se legisla sin escucharnos no será de ningún uso y será otra oportundiad perdida", ha concluido.