El cohete A-4, más tarde conocido como V-2, era un misil propulsado por un motor cohete de una sola etapa que usaba como combustibles alcohol etílico y oxígeno líquido. Medía 14 metros de largo y tenía un empuje de 28.000 kilos. Su capacidad de carga era de 1.100 kilos pudiendo llevar esa carga a una distancia de 140 kilómetros desplazándose a una velocidad de 1.750 kilómetros por hora.
Denominado por los nazis, Vergeltungswaffe Zwei (Arma de Venganza 2), estaba guiado por un sistema giroscópico que enviaba señales de corrección del curso a los planos de estabilización y a las toberas del chorro impulsor. Su velocidad, mucho mayor que la del sonido, era más que suficiente para evitar que fuera derribado en vuelo.
Concebido por los nazis como 'arma definitiva' para someter a Gran Bretaña mediante su lanzamiento masivo desde las costas belgas, el V2 no pudo ser utilizado en la II Guerra Mundial hasta 1944, cuando la Alemania de Hitler estaba ya en vías de ser derrotada.
Terminada la guerra, muchos V2 fueron trasladados a Estados Unidos y la Unión Soviética para implementar sus incipientes programas de misiles balísticos. De hecho, se utilizó hasta 1952. Su artífice, Werner Von Braun, se puso al servicio de los norteamericanos y, desde la NASA, terminó desarrollando el programa Apolo que llevó al ser humano a la Luna.