Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron en un 4,4% en 2017 en España respecto al año anterior, lo que supone el mayor incremento interanual desde el año 2002, según datos del Avance del Inventario de Emisiones de GEI del Ministerio para la Transición Ecológica que señala que España emitió 338,8 millones de toneladas de CO2 equivalente.
El inventario, que será remitido a la Comisión Europea, expone que la principal razón de este aumento se encuentra en las emisiones procedentes de la generación de electricidad, ya que durante 2017 hubo una mayor producción de las centrales de carbón y de ciclo combinado al mismo tiempo que la producción eléctrica cayó casi a la mitad, un 49%, a consecuencia de la pertinaz sequía.
Para el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el balance es "negativo" y por ello ve necesaria una mayor penetración de las fuentes renovables en el mix energético, ya que considera que "España no puede seguir fiando los buenos o malos resultados de la trayectoria de emisiones a las condiciones climatológicas".
En total, el inventario de emisiones, cuyos datos son provisionales, apunta que las emisiones alcanzaron las 338,8 millones de toneladas de CO2 equivalente.
Es preciso definir una hoja de ruta para mantener unos resultados óptimos, aun cuando las condiciones climatológicas sean adversas, y desacoplar cuanto antes el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero", afirma el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
En concreto, los datos apuntan que todos los sectores emisores experimentaron un aumento de las emisiones, en un año en el que el Producto Interior Bruto (PIB) en España creció un 3,1% y que fue hidrológicamente "malo", ya que fue "el más cálido y el segundo más seco de 1965".
Así, la principal subida se debió a la generación de electricidad, cuyas emisiones aumentaron un 18,8%; el sector industrial, 3,2%; transporte por carretera, 2,5% o de la agricultura, 2,9%. También se han registrado descensos, especialmente en los gases fluorados, cuyas emisiones cayeron un 17,2% y el sector residencial, con un -2,8%.
De este modo, con datos preliminares de 2017, el nivel de emisiones globales se situaría un 17,8%% por encima del año 1990 y un 23% por debajo de las emisiones de 2005.
Según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica el objetivo es elevar la ambición en la lucha contra el cambio climático de España, plantea una reducción de alrededor de un 20% sobre el nivel de 1990 para 2030, que traducido a las cifras actuales significaría un descenso de algo más de un 45%.
El Ministerio pretende plasmar esta ambición en el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que espera someter a información pública antes del mes de agosto y que fijará la senda para cumplir con los objetivos de recorte de emisiones marcada por el Acuerdo de París.
Las emisiones procedentes de los sectores sujetos al régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS), un 40% del total, aumentaron un 10,3%, mientras que las emisiones de los sectores difusos (residencial, comercial e institucional; transporte; agrícola y ganadero; gestión de residuos; gases fluorados, e industria no sujeta al comercio de emisiones) lo hicieron un 0,6%.
El sector con más peso es el transporte (26%), seguido de la generación de electricidad (21%), las actividades industriales (19%) y la agricultura (10%). Por gases, el CO2 supone el 81% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, seguido del metano (11%).
En cuanto a los sumideros de carbono, las emisiones absorbidas han descendido un 4,8%, en gran parte debido a la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de incendios forestales.
Por sectores
Los datos del avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de 2017 expone que por sectores, el transporte representó el 26% del total y aumentaron un 2,6% respecto a 2016, sobre todo por el transporte en carretera (25% del total con un aumento del 2,5%) y del transporte aéreo nacional (0,8% del total de las emisiones con un crecimiento interanual de +6,2%).
Por su parte, aunque con un menor peso en el global del sector, el transporte por ferrocarril y la navegación doméstica aumentaron sus emisiones (+3,9% y +0,6% respectivamente).
Respecto a la generación eléctrica, que supuso el 21% del total de emisiones, el inventario apunta que las emisiones crecieron un 18,8%, por el marcado descenso en la generación hidráulica (-49,0%) en un año hidrológicamente muy seco que se ha visto compensado por la subida de la producción eléctrica en centrales térmicas de carbón (+20,6%) y ciclos combinados (+27,5%) y niveles similares de producción eólica (+0,4%).
En cuanto a la industria, que emitió el 19% del total, se estima que en 2017 las emisiones de la combustión en los sectores industriales creció un +4,2%, ligado al incremento de estas emisiones en el régimen ETS.
Del mismo modo, las emisiones de los procesos industriales registraron variaciones interanuales al alza (+1,4% en el conjunto de minerales no metálicos (cemento, cal, vidrio y cerámica); +0,3% en la industria química; y +1,2% en la metalurgia).
Sin embargo, el sector residencial, comercial e institucional, que generaron el 8% del total de emisiones, disminuyó de forma global un 2,8%, en un año que fue climatológicamente cálido.
Por otro lado, la agricultura, que genera el 10% del total de emisiones, subió un 2,9% respecto a 2016. De estas, las actividades ganaderas, que genera el 66% de las emisiones de este sector crecieron un 1,7%, sobre todo por el aumento de la cabaña de vacuno de carne (+2,7%) y de porcino blanco (+3,8%).
En la misma línea creciente estuvieron el resto de actividades agrícolas, que aumentaron sus emisiones un +5,4%, debido fundamentalmente al aumento del consumo de fertilizantes inorgánicos (+9,2%, respecto al año anterior).
Las emisiones derivadas de la maquinaria agrícola, forestal y pesquera, que generan el 4% del total de las emisiones españolas también aumentaron este año, en concreto, en un 6,2%.
Asimismo, los residuos, que emiten un 4% de las emisiones totales se mantuvieron prácticamente en los mismos niveles del año anterior, con un ligero descenso del -0,06%, a consecuencia de la reducción de emisiones accidentales de residuos y a ligeros incrementos en la cantidad de depósitos previsiblemente ligados a los incrementos del PIB y de la población.
Mientras, el refino, que genera un 3% del total decreció en un 2% respecto al año anterior, según datos del régimen de ETS y los gases fluorados, que emiten el 2% del total se redujeron en un 17,2% por el impuesto sobre el uso de estos gases.
Por último, el sector LULUCF (land use, land-use change and forestry), relacionadas con el uso de la tierra y el sector forestal, absorbió un total de 38,8 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que representa el 11% del total de emisiones brutas del Inventario), es decir, un -4,8% menos que el año anterior.
Precisamente, este descenso está relacionado, según el Ministerio con la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de incendios forestales.
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