El Gobierno español contribuirá con un millón de euros a la construcción de una planta desalinizadora de agua para la Franja de Gaza, un proyecto de la Unión para el Mediterráneo que suministrará agua potable a dos millones de palestinos.
Así lo ha anunciado la secretaria de Estado española para la Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau, en un encuentro con el secretario general de la Unión para el Mediterráneo (UpM), Nasser Kamel y el ministro de palestino del Agua, Mazen Ghunaim.
Más del 95% del agua no es potable
En Gaza, más del 95% del agua no es apta para el consumo humano debido a la sobreexplotación del acuífero costero. La franja tiene una tasa de pobreza del 53% y el desempleo alcanza el 45,1%, así que ha sido un foco de la 'visita virtual' de Moreno Bau a los territorios palestinos esta semana.
La secretaria de Estado también se ha reunido virtualmente con las 15 ONG españolas que están sobre el terreno realizando un total de 53 proyectos, más de la mitad financiados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Por otro lado, el coordinador de Naciones Unidas en la región, Jamie McGoldrick, el jefe de Misión de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) en Palestina, Gerald Rockenshaub, y el Consorcio
Humanitario europeo ECHO en el Área C de Cisjordania informaron sobre la situación general en un contexto político especialmente tenso, así como lo que se espera de la respuesta europea y la afectación de la COVID-19.
1.517 contagios y cinco fallecidos por COVID-19
Palestina no ha sufrido un impacto devastador por la pandemia, con 1.517 contagios y cinco fallecidos hasta la fecha, pero el coronavirus ha empeorado la crisis sanitaria crónica. El Banco Mundial prevé una caída del PIB palestino entre un 2,6 y un
7,6% respecto a 2019.