El consumo de combustibles en España se ha reducido un 21% entre 2007 y 2017, debido a las "políticas medioambientales" y los "cambios de hábito", lo que sitúa al país como uno de los que más ha reducido el consumo en relación a la media de Europa, según un informe de EAE Business School publicado este lunes.
Pese a que los últimos tres años ha repuntado el consumo, todavía se encuentra a un nivel mucho más bajo que antes de la crisis. En concreto, el consumo de gasóleos ha caído un 19,6%, mientras que el de gasolinas lo ha hecho un 27,3% desde 2007.
Por comunidades autónomas, solamente La Rioja ha incrementado su consumo en la última década (+2%). Los mayores descensos se han dado en Baleares (-41%), Galicia (-30%) y Asturias y la Comunidad Valenciana (-26% ambas).
La menor bajada se ha registrado en País Vasco, donde el consumo solo ha disminuido un 2%. Por su parte, Madrid ha experimentado una caída del 19% y Cataluña del 17%.
Menos petróleo en Europa
En Europa, el consumo de petróleo se ha reducido un 3,5% en los últimos seis años, como consecuencia de "la mayor concienciación" hacia la sostenibilidad y "el uso de energías renovables", según ha destacado el informe.
A nivel mundial, la demanda de crudo creció en 1,57 millones de barriles diarios, hasta los 97,7 millones. La estimación es que a finales de 2018 vuelva a crecer, hasta los 99,1 millones de barriles de crudo al día. Pero, mientras este año el consumo en casi todas las regiones del mundo permanecerá estable, en la de Asia-Pacífico se acumulará la mayor parte del alza, pasando de 33,8 millones de barriles diarios en 2017 a 34,6 millones de barriles diarios en 2018.
Por otro lado, hasta 2040 el consumo global de petróleo "seguirá creciendo más lentamente". Según las estimaciones de EAE, lo hará a un ritmo hasta tres veces menor que el esperado para este año, hasta un 0,5% anual.
Con respecto a la oferta, el informe destacada que el apoyo "más explícito" de Estados Unidos a Arabia Saudí en su conflicto con Irán permitirá que el país árabe pueda "relajar su política agresiva de competencia" en el mercado del crudo. No obstante, EAE advierte de que esa ayuda implica que Arabia Saudí tiene que "variar su producción para mantener cierta estabilidad" en los precios.
El consumo europeo de crudo apunta a seguir reduciéndose en los próximos años. La UE "está en camino de lograr su objetivo de cubrir el 25% de sus necesidades energéticas con renovables en el 2020". En consecuencia con la mayor preocupación por la energía verde, y el auge de los coches eléctricos, el informe señala que incluso las empresas petroleras "están en un proceso de redefinición en la amplitud de su modelo de negocio".
En este sentido, también destaca la estrategia de Arabia Saudí de diversificar sus exportaciones en 2030 para reducir su dependencia de los ingresos procedentes del petróleo.
También con respecto a la oferta, hasta 2021 más de un tercio de la inversión en proyectos de gas y crudo se destinarán a producción en Estados Unidos, mientras que América Latina y África serán las zonas que menos recibirán.