La Unión Europea ha alcanzado un principio de acuerdo sobre el etiquetado de eficiencia energética de electrodomésticos para volver a una escala única de A a G y eliminar de forma gradual las categorías A+, A++ y A+++, así como para crear una base de datos de productos que facilite las actividades de supervisión en los países del bloque comunitario.
Los equipos negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE (que representa a los Estados miembros) alcanzaron este martes este acuerdo preliminar, que ahora debe ser refrendado por las dos instituciones, antes de ser publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Según datos de la Comisión Europea, el 85% de los ciudadanos se fija en las etiquetas de eficiencia energética para comprar electrodomésticos. Los productos con mejores rendimientos se sitúan en las categorías A+, A++ y A+++, lo que provoca elecciones "confusas" y "oculta" las diferencias reales en eficiencia entre productos.
El comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, ha defendido que este acuerdo es una "buena noticia" para los consumidores, las empresas y el clima, puesto que la revisión del etiquetado energético puede suponer un ahorro para los hogares de 500 euros al año e incrementar los ingresos de vendedores y fabricantes en 65.000 millones al año.
En concreto, el acuerdo establece un calendario definido para abandonar las categorías A+, A++ y A+++ y reajustar la etiquetas actuales a una escala única entre A y G, con el objetivo de mejorar la información disponible para consumidores sobre la eficiencia energética de los electrodomésticos.
Además, el acuerdo incluye la creación en enero de 2019 de un registro de productos a fin de facilitar el trabajo a las autoridades de supervisión de los Estados miembros y garantizar que los cálculos de eficiencia energética se corresponden con los declarados por los fabricantes.
El Ejecutivo comunitario estima que entre el 10% y el 25% de los productos que se encuentran en el mercado no cumplen con los requisitos de etiquetado y eficiencia energética y que en torno al 10% del ahorro de energía previsto se pierde por este incumplimiento, que en parte se debe al "escaso" control por parte de las autoridades nacionales.