El conflicto ucraniano prosigue sin visos de solución a corto plazo, con mínimos avances, la mayor parte por el lado ruso, y unos frentes muy estabilizados.
La mayor novedad en el último mes está protagonizada por el tipo de armamento utilizado por ambos bandos. Ucrania recibió misiles de largo alcance y los ha usado para golpear territorios rusos del interior. Mientras, el Rusia ha hecho su primera prueba con un misil de alcance intercontinental para mostrar el poder armamentístico ruso.
Principales ataques rusos
Entre todos los ataques lanzados por Rusia, destaca sobremanera el lanzamiento de un misil balístico de alcance internacional dirigido contra Dnipro en lo que supone la primera utilización de este tipo de proyectil en el conflicto. En medio de las dudas y suposiciones sobre el modelo de armamento usado, Vladimir Putin afirmó que se trataba de un misil de tipo Oreshnik. Su alcance podría poner en el punto de mira a toda Europa Occidental, con una carga conformada por varias cabezas individuales y cuyas ojivas pueden actuar por separado, lo que le permite golpear sobre múltiples objetivos en el mismo ataque.
La mayor parte de las ofensivas continúan centradas en la línea del frente del Donbass. Los avances en la zona son mínimos y muy progresivos, entre los que destacan especialmente los combates en algunas localidades del oblast de Donetsk, como la toma rusa de Kurajove sin apenas resistencia o sus avances en torno a Pokorvsk.
En el este de Ucrania el ejército ruso también ha realizado ligeros avances en el oblast de Járkov. Allí Rusia ha tomado algunas posiciones en la zona este, región limítrofe con Lugansk y Donetsk, territorio desde el que puede partir para asentar un frente de avance en torno a Kupiansk.
Otra parte de la ofensiva rusa se ha centrado en la región más próxima a Kursk, en buena parte por una cuestión de orgullo al tener una parte del territorio ruso ocupada por Ucrania. El ejército ruso continúa con ligeros avances y podría haber recuperado casi la mitad del territorio que llegó a ocupar Ucrania en un primer momento.
Los contraataques ucranianos
Tras la autorización de Estados Unidos para que Ucrania pudiera usar misiles de largo alcance, su ejército no dudó en utilizarlos contra un arsenal ruso en Karachev, unos 250 kilómetros al norte de la frontera ucraniana más próxima a Sumy. Este intercambio de proyectiles de largo alcance puede abrir una nueva fase en la guerra, donde ambos bandos muestran menores limitaciones para golpear a su enemigo desde larga distancia.
Con un método de actuación similar, Ucrania bombardeó un cuartel de Grozni, capital chechena y objetivo de varios ataques. De esta manera el régimen ucraniano trata de probar su capacidad para adentrarse y bombardear el interior ruso. Las ofensivas también se han dirigido contra oleoductos y otro tipo de infraestructuras armamentísticas y energéticas rusas.
Además de estos proyectiles de largo recorrido, la mayor parte de los ataques ucranianos se realizan de una manera más concentrada al enviar drones sobre objetivos determinados, como podrían ser algunos puertos rusos del Mar Negro o la ofensiva que obligó a cerrar el Puente de Crimea.
En estos intercambios de proyectiles, Ucrania también sufre de manera periódica los bombardeos rusos contra objetivos energéticos para dañarle en sus infraestructuras y complicar su situación de cara al próximo invierno. En este mismo sentido, también han acusado a Moscú de un ciberataque masivo contra las empresas energéticas ucranianas.
La proyección internacional del conflicto: Estados Unidos
En sus últimos meses de gobierno, Joe Biden ha intensificado las ayudas a Ucrania. Se rumorea que podría haber una nueva partida de armas de Estados Unidos e incluso, dentro de la ayuda americana, se llegó a anunciar el envío a Ucrania de minas antipersona entre todo tipo de críticas por el recurso a este tipo de armamento. Parece que Biden quiere aprovechar sus últimos meses de gobierno para ayudar a Ucrania antes que se realice el cambio de presidente y se proceda a la entrada de Donald Trump en la Casa Blanca.
El próximo presidente norteamericano ha protagonizado una guerra de cifras con respecto a las bajas causadas en el conflicto. Trump afirmó que había 400.000 bajas de soldados ucranianos entre muertos y heridos, mientras que el presidente Zelenski matizó dichas cifras al referirse a 43.000 muertos y al resto de ese total como heridos, de los cuales la mitad ya se habría recuperado y vuelto al frente. Además, el presidente ucraniano valoró que Rusia habría sufrido unos 200.000 muertos y 550.000 heridos hasta el momento.
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