El Gobierno de Rusia ha confirmado este viernes haber tomado el control de la central nuclear de Chernóbil en el marco de la ofensiva lanzada el jueves en Ucrania y ha resaltado que el nivel de radiación en la zona está dentro de los parámetros normales.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha recalcado que "las acciones conjuntas de efectivos rusos de desembarco aéreo y los ucranianos del batallón que custodia la central nuclear son garantías de que grupos nacionalistas u otras organizaciones terroristas no podrán aprovechar la situación (...) para realizar una provocación nuclear", según ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.
Sin embargo, las autoridades ucranianas han apuntado a un aumento "significativo" de los niveles de radiación en la zona de exclusión de Chernóbil, si bien han reseñado que por ahora no es posible determinar los motivos de los cambios registrados debido a los combates en la zona.
"Los datos del sistema automático de supervisión de la zona de exclusión, disponibles online, muestran que los niveles de control de radiación gamma han aumentado de forma significativa", ha manifestado el Inspector del Estado para Regulación Nuclear en su cuenta en la red social Facebook.
"Máxima moderación"
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) pidió el jueves "máxima moderación" para evitar cualquier daño a las instalaciones nucleares del país, como es el caso de Chernóbil, cuya central ha sido tomada por las Fuerzas Armadas rusas como parte de su ofensiva.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subrayó durante los enfrentamientos en la zona que "es una declaración de guerra contra toda Europa" y dijo que las tropas ucranianas "están dando su vida para que la tragedia de 1986 no se repita".
Por otra parte, Konashenkov ha manifestado que más de 150 militares ucranianos han depuesto las armas y se han entregado en el marco de las operaciones militares en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia fue reconocida recientemente por Moscú.
"Durante los combates, depusieron las armas y se rindieron más de 150 miembros de las diversas fuerzas de seguridad de Ucrania. En la actualidad, se les exige que firmen un juramento en el que renuncian a participar en las hostilidades. En breve ellos podrán reunirse con sus familiares", ha zanjado.
Accidente nuclear de Chernóbil en 1986
Un sarcófago de 30.000 toneladas de peso, financiado por la Unión Europea, protege el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil, que, según ha denunciado el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, las Fuerzas Armadas de Rusia están sometiendo a una ofensiva para hacerse con el control de la planta situada en el norte del país.
La central de Chernóbil sufrió el 26 de abril de 1986 el mayor accidente de la historia de la energía nuclear tras registrarse la explosión del reactor. El enclave formaba parte de la antigua Unión Soviética (URSS), a la que pertenecía Ucrania y el Kremlin trató de silenciar el suceso durante semanas. Este miércoles Rusia ha iniciado una ofensiva en el país centroeuropeo y la central nuclear vuelve a situarse en el epicentro de la actualidad informativa.
"Las fuerzas de ocupación rusas están intentando capturar la central de Chernóbil", ha denunciado en Twitter el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que ha confirmado combates en esta zona, sin entrar en detalles.
Así, ha dicho que las tropas ucranianas "están dando su vida para que la tragedia de 1986 no se repita". Zelenski ha subrayado que "es una declaración de guerra contra toda Europa".
Tras el accidente, se decretó una zona de exclusión de 30 kilómetros de radio en el entorno de la planta, situada a unos 4 kilómetros de la ciudad de Prípyat, a 18 kilómetros de distancia de la ciudad de Chernóbil y a poco más de 17 kilómetros de la frontera de Bielorrusia.
Día y medio después del accidente se evacuó a la totalidad de la población de Pripyat, de 49.360 personas, pero durante las semanas y meses siguientes, en total se evacuaron a 67.000 personas más de zonas contaminadas y fueron desalojadas por orden del Gobierno de la URSS. Finalmente, la OIEA estima que hasta 200.000 personas fueron reubicadas como consecuencia del accidente.
La nube radiactiva se extendió a toda Europa y llegó a América del norte
Con motivo del accidente nuclear se generaron explosiones que provocaron la voladura de la tapa del reactor 4 y del núcleo se liberaron grandes cantidades de material radiactivo a la atmósfera. La nube radiactiva se extendió a toda Europa y llegó a América del norte, según datos de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El último de sus reactores se paró en el diciembre del año 2000
Durante años se realizaron gestiones con el Gobierno de Ucrania para cerrar definitivamente la instalación y el último de sus reactores se paró en el diciembre del año 2000. Cuarenta países de la comunidad internacional se comprometieron a reunir los fondos para construir una barrera de protección en el reactor. En concreto, el grueso de la financiación del proyecto, cuyo coste alcanzó los 2.100 millones de euros, fueron recaudados por el Fondo de Protección de Chernóbil del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.
Nuevo Sarcófago de Seguridad de Chernóbil
El conocido como Nuevo Sarcófago de Seguridad de Chernóbil (NSC, por sus siglas en inglés) supera las 30.000 toneladas de peso en forma de bóveda que retiene aún gran radicación. Oficialmente fue entregado por la Unión Europea a Ucrania el pasado mes de julio de 2019 después de 12 años de construcción a través de un consorcio de empresas.
La estructura que protege Chernóbil tiene 108 metros de altura, 162 metros de largo y 257 metros de ancho y sus cimientos descansan sobre un volumen de 20.000 metros cúbicos de hormigón y se ha diseñado para evite la filtración de radiación al menos 100 años más. Su misión será dar una solución definitiva a las más de 100 toneladas de uranio y otros materiales radiactivos que el accidente liberó.
Acero de especial resistencia
La bóveda está cubierta por paneles de acero de especial resistencia y en su interior oculta una cámara de aire de doce metros de espesor que incorpora un sofisticado sistema de ventilación que minimiza el riesgo de corrosión, mantiene la humedad relativa de la instalación en torno al 40 por ciento y permite recircular unos 45.000 metros cúbicos de aire por hora.
La bóveda es lo suficientemente larga como para albergar dos Boeing 747 o la estatua de la libertad y tiene la capacidad para resistir un terremoto de magnitud 6, un tornado de categoría 3, con vientos de 254 a 332 kilómetros por hora) y temperaturas extremas que van desde los -43ºC hasta los +45ºC.