Futuro Vegetal, el movimiento autofinanciado compuesto por unas 100 personas y adscrito a Extinction Rebellion, planifició durante tres semanas la acción que llevó a cabo este sábado en el Museo del Prado, la cual consideran que ha tenido un resultado "impresionante" y "mucho mejor de lo esperado".
Activistas de 18 y 21 años
"No intentamos caer bien, no somos de estos ecologistas simpáticos. No nos importa caer mal. Si hay que hacerlo para generar cambio, hay que hacerlo", sentencia en declaraciones a Europa Press el portavoz y confundador del movimiento, Bilbo Basaterra, en relación con las reacciones producidas tras el acto en la sala de 'Las Majas' de Francisco de Goya.
En concreto, los activistas de Futuro Vegetal, Sam, de 18 años, y Alba, de 21, se pegaron las manos a los marcos de los cuadros de 'La maja desnuda' y 'La maja vestida', y en la pared en medio de ambos pintaron el mensaje '+1,5º', todo ello en señal de protesta por la emergencia climática.
Según ha detallado Basaterra, esta acción se planificó durante tres semanas, empezando por seleccionar el objetivo, en este caso 'Las Majas' por tratarse de unas obras "conocidas a nivel global" y el Prado por ser el museo "más emblemático de España", aunque se valoraron otras pinacotecas, ha reconocido.
Arrojar comida, la primera opción
Para seleccionar las obras, integrantes del grupo acudieron al Prado para ver la distribución de los cuadros y valorar la seguridad.
Además, las dos activistas protagonistas, ahora detenidas, fueron las que propusieron la idea. En un principio se planteó "lanzar comida contra los cuadros", pero se descartó al informarse de que las obras elegidas no tenían cristal.
En este sentido, Basaterra ha insistido en que Futuro Vegetal no quiere "destruir el arte ni el patrimonio" por lo que no atentaron directamente contra los cuadros, una acción que hubiera elevado la pena de prisión de las activistas detenidas, según ha advertido.
Con asesoramiento jurídico
También ha subrayado que las activistas involucradas recibieron asesoramiento jurídico antes de llevar a cabo la acción, eligiendo hacerla pese a las consecuencias. "Estamos dispuestas a ir la cárcel si es necesario", ha sentenciado el portavoz de Futuro Vegetal.
Sobre las periodistas detenidas, una aún estudiante, por presuntamente participar en la organización del acto reivindicativo, Basaterra ha asegurado que no pertenecen al movimiento, sino que se les avisó de que se llevaría a cabo una acción y citó en un "lugar próximo" al Prado. "Las recogimos y fuimos al museo. No dijimos el sitio por nuestra seguridad, tampoco nos podíamos confiar de que no digan nada a la Policía", ha señalado.
A ambas se les imputan delitos por daños contra el patrimonio y alteración del orden público, según confirmaron fuentes policiales a Europa Press. Fueron detenidas tras visualizar las autoridades las imágenes de las cámaras de seguridad del museo y tomar de declaración de varios testigos, cuando se comprobó que las dos participaron en la organización del acto. Por su parte, el abogado de la periodista ha confirmado a Europa Press que tanto ella como la estudiante, se encontraban en el lugar para informar de la acción.
Creen que el resultado es positivo
Pese a la "represión" tras la "protesta no violenta", Futuro Vegetal considera que el resultado ha sido positivo. "Es impresionante, no esperábamos tantísima repercusión", ha celebrado Basaterra.
Frente a las críticas por la acción, ha recordado que "los estudios demuestran que más del 80% de la población está a favor de tomar medidas contundentes contra la crisis climática". "Entonces podríamos hablar de consenso social de este asunto", ha zanjado.
Además, ha destacado que se ha cumplido uno de los objetivos, que se hable sobre la crisis climática: "Es la semana de la COP27 y no se había hablado casi nada de esto en prensa. Ahora abrimos telediarios", se ha felicitado. La acción fue planeada para llevarse a cabo coincidiendo con la Conferencia, que se celebra este año en Egito y comenzó este domingo.
Futuro Vegetal, compuesto por unas 100 personas "desde jóvenes a jubilados y jubiladas", se creó en enero de 2022, cuando llevaron a cabo su primera acción, arrojar pintura roja sobre la fachada del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación en protesta por las últimas declaraciones del ministro, Luis Planas, "contrarias a la postura del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas".
Basterra ha justificado la necesidad de impulsar Futuro Vegetal para reforzar los objetivos de Extinction Rebellion, que protesta contra la emergencia climática en general. En concreto, el propósito del movimiento tras la acción reivindicativa climática del Prado es exigir al Gobierno de España que termine con las subvenciones a la ganadería y las emplee para promocionar alternativas social y ecológicamente responsables basadas en plantas.
Los políticos echan balones fuera
El movimiento autofinancia sus acciones con donativos de los integrantes, como el acto en el Prado cuyos gastos han sido abonados por las activistas participantes. Además, en verano recibió un donativo de una cantidad "grande" --no se precisa cuál-- del Fondo para la Emergencia Climática (CEF, por sus siglas en inglés), una organización creada en 2019 en Estados Unidos a la que cualquiera puede realizar aportaciones. Futuro Vegetal obtuvo el donativo tras solicitarlo a través de la página web del fondo presentando su estrategia.
El Fondo cuenta como una de sus impulsoras y donante con Aileen Getty, nieta de John Paul Gette, fundador de la compañía petrolera Getty Oil, según se informa en la web de la plataforma.
"No abogamos por transiciones individuales, hay que hacer un cambio sistémico", ha sentenciado el portavoz, para lamentar que los políticos, "principales responsables" de la situación climática, "no se sientan interpelados por estas acciones" y solo muestren su repulsa. "Echan balones fuera y es una lástima porque la situación es crítica", ha concluido Basaterra.