El consejero vasco de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, confia en que se pueda extinguir el incendio del vertedero de Zaldibar próximamente, aunque ha reconocido que no puede decir "si es hoy, mañana o pasado".
Arriola tomó parte ayer en la mesa técnica sobre el desprendimiento del vertedero de Zaldibar que, presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu, contó también con la presencia de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y del diputado general de Vizcaya, Unai Rementaria.
Según ha informado el Gobierno Vasco, tras la reunión celebrada en la sede de Interbiak de la Diputación de Vizcaya, el lehendakari visitó la zona afectada por el desprendimiento del vertedero junto a familiares de las dos personas desaparecidas.
Por su parte, en declaraciones publicadas en la página web del Gobierno vasco, el consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, ha afirmado que el problema del incendio es una cuestión que ha "ocupado" al Ejecutivo "desde el principio".
"Hemos sido conscientes del problema que suponía y desde un primer momento se ha querido actuar para acometer acciones que pudieran paliar la situación que teníamos. De hecho, el problema añadido es la dificultad para acceder a la zona donde se encuentra el incendio por problemas de inestabilidad del suelo", ha añadido.
Tras recordar que ante la imposibilidad de que los bomberos pudieran acceder a la zona se intentó extinguir las llamas por el aire, ha subrayado que desde entonces se han analizado las distintas posibilidades para "acceder a la zona".
"Desde el viernes las máquinas ya están a pie de zona del incendio y este sábado fue un día importante. Las máquinas accedieron al incendio y, de hecho, una parte del mismo se ha sofocado", ha añadido.
No se explicó bien a los ciudadanos
Mientras, los responsables del Laboratorio de Salud Pública del Departamento vasco de Salud y del Servicio de Aire del Departamento de Medio Ambiente han asegurado que la exposición a furanos y dioxinas en proporción 50 veces por encima de los habitual que sufren las poblaciones cercanas al vertedero de Zaldibar incendiado tras sufrir un corrimiento de tierras, no tiene afección a la salud "a corto ni a largo plazo".
En una comparecencia en Ermua, donde se ha instalado uno de los dos nuevos laboratorios móviles del Servicio de Aire, (el otro está ubicado en Eibar), los técnicos de Salud y Medio Ambiente han reconocido que "quizás no se explicó bien en el primer momento" la situación medioambietal, al no disponer entonces de datos de todos los contaminantes.
Asimismo, han confiado en que la evolución del incendio y de la climatología sea "favorable", lo que permitiría rebajar los niveles de contaminación en el aire, que "no obstante, no tiene afectación en la salud".
En declaraciones a los medios de comunicación, la responsable del Servicio de Aire del Gobierno vasco, Saioa Ferro, y el subdirector de Salud Pública de Vizcaya, Joseba Bidaurrazaga, indicaron que el hecho de que haya viento fuerte en la zona dispersa los contaminantes, y a su vez reduce la concentración de toxinas en el aire.
El Gobierno vasco está midiendo en continuo desde este pasado viernes la calidad del aire en las poblaciones cercanas al vertedero de Zaldibar, que suman más de 46.000 vecinos, mediante dos laboratorios móviles del Servicio de Aire ubicados en Ermua y Eibar, y la toma manual de muestras en las demás zonas.
Estos dos nuevos dispositivos, que según ha indicado son unidades "poco convencionales y con los que no cuentan todos los países de Europa", miden hasta 172 compuestos orgánicos volátiles que se suman al resto de filtros que evalúan benzopirenos y metales pesados. Por lo que respecta al captador de dioxinas y furanos, que mide cada 24 horas estas partículas en el aire, su resultado se procesa en laboratorios de Madrid.
De este modo, según han señalado los expertos, los resultados obtenidos hasta la fecha apuntan a que los niveles referentes a compuestos orgánicos volátiles en el aire están "bien". "Los niveles de metales pesados también son correctos y en cuanto al amianto se analizan muestras diariamente y ofrecen un resultado negativo. Esto es que se encuentran dentro de los parámetros lógicos", han dicho.
A la espera de los resultados de los últimos análisis realizados que se reciban el próximo jueves de los laboratorios de Madrid sobre el nivel de furanos y dioxinas en el aire, los técnicos han reconocido que no se esperaban este nivel de toxicidad de estos dos contaminantes. "Nuestra idea es que los niveles (de dioxinas y furanos) vayan bajando, pero depende del incendio y de las condiciones climatológicas", han precisado.
Cuestionado por la consecuencia que para la salud de los vecinos podría acarrear la exposición a los actuales niveles de furanos y dioxinas, Bidaurrazaga ha afirmado que "no esperamos ninguna, ni de inmediato ni que podamos detectar a largo plazo".
Según ha detallado, para que se produjeran consecuencias en la salud se requeriría una exposición "durante meses y años", y "no hay valores límite establecidos para la exposición que recomienden medidas en cuanto a niveles en el aire, aunque sí los límites establecidos para los alimentos por Naciones Unidas".
Contacto con los alimentos
De este modo, a través del aire "la entrada en el cuerpo de esta sustancias es muy limitada", de tal forma que el "95% de la exposición de los humanos a estas sustancias se produce a través de los alimentos".
La comparecencia de los técnicos en Ermua, localidad a cuya población, junto con la de Eibar y Zaldibar ha recomendado la Consejería de Salud del Gobierno vasco, especialmente a niños y embarazadas, que no ventile las viviendas y mantenga la ventanas cerradas el mayor tiempo posible, y que reduzca las actividades deportivas intensivas al aire libre, se ha llevado a cabo con poca gente en las calles de este municipio. Los que salen al aire libre sufren un olor desagradable procedente del incendio del vertedero y sabor a metal en la boca.
De este modo, respecto a las medidas preventivas a la población trasladadas días atrás por el Gobierno Vasco, han reconocido que dependen "de la evolución del incendio y de los resultados analíticos que se obtengan".
"En principio no esperábamos este nivel de dioxinas. Desconocíamos lo que se estaba quemando y nos ha sorprendido, lo que nos llevó a tomar una medida genérica de protección", han sostenido, para añadir que el descenso de la toxicidad depende "de la evolución del incendio y de las condiciones climatológicas".
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