Activistas de Greenpeace Bélgica han instalado un dinosaurio gigante frente a la sede de la Comisión Europea y del Consejo Europeo en Bruselas para protestar contra la posible inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de la Unión Europea, es decir, en las directrices a tener en cuenta para las inversiones sostenibles.
Taxonosaurus Rex
El 'Taxonosaurus', como ha llamado la ONG al dinosaurio, tiene cuatro metros de altura, está hecho de chatarra y pintado con símbolos de advertencia radiactiva y llamas de gas azules. Los activistas se han situado frente a él con pancartas en las que se leía: "Dejad que el gas y la nuclear se extingan" y "stop lavado verde de imagen".
En la performance, el propio 'Taxonosaurus Rex' ha actuado como portavoz y ha declarado: "Incluso un dinosaurio como yo puede ver que prolongar la vida del gas fósil y la energía nuclear dándoles una etiqueta verde es como estrellar un meteorito contra el Pacto Verde Europeo".
Greenwashing
La activista de Greenpeace en la UE, Ariadna Rodrigo, ha comentado que "la taxonomía de la UE podría haber sido útil para acabar con el 'greenwashing', pero en su lugar se está convirtiendo en un monstruo".
"La energía nuclear y el gas no son verdes. Las emisiones de metano fugitivas provocan que el gas pueda ser tan malo para el clima como el carbón, mientras que después de setenta años la industria nuclear sigue sin tener una solución para la creciente montaña de residuos radiactivos. La Comisión Europea debería excluir totalmente estas tecnologías de las directrices de inversión sostenible de la UE", ha subrayado.
Rechazo a la inclusión de gas y nuclear en la Taxonomía
Por ello, el responsable de la campaña de combustibles fósiles de Greenpeace, Francisco del Pozo, ha alentado al Gobierno español "a que haga fuerte su posición de rechazo a la inclusión de ambas tecnologías -gas y nuclear- en la Taxonomía".
Según advierte la ONG, se espera que la Comisión proponga criterios que permitan etiquetar algunas actividades nucleares y de gas fósil como "respetuosas con el medio ambiente". En general, los gobiernos nacionales y el Parlamento Europeo tienen cuatro meses para oponerse a la propuesta de la Comisión pero, de lo contrario, se adoptará.
Greenpeace advierte de que "el primer conjunto de actos delegados de taxonomía, que incluye la tala y quema de árboles y cultivos para obtener energía, así como el uso de coches híbridos que dependen del gasóleo y la gasolina, entró en vigor el 8 de diciembre".
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