Un grupo de investigación internacional dirigido por la Universidad de Cornell, en Nueva York, Estados Unidos, ha descubierto que la basura plástica, presente en todos los océanos del mundo, intensifica la enfermedad del coral y aumenta los riesgos para los arrecifes, según un nuevo estudio publicado en la revista Science.
"Los desechos plásticos actúan como una autocaravana marina para los microbios", afirma la autora principal del estudio, Joleah Lamb, investigadora postdoctoral en Cornell. Esta investigadora comenzó a recopilar estos datos como candidata a doctorado en la Universidad James Cook en Australia.
"Los plásticos son embarcaciones ideales para colonizar por organismos microscópicos que podrían desencadenar enfermedades si entran en contacto con los corales –alerta Lamb–. Se ha demostrado que los artículos de plástico, comúnmente hechos de polipropileno, como tapas de botellas y cepillos de dientes, se vuelven fuertemente habitados por bacterias. Esto está asociado con el devastador grupo mundial de enfermedades de los corales conocidas como síndromes blancos".
Cuando los desechos plásticos se encuentran con el coral, dicen los autores, la probabilidad de enfermedad aumenta del 4 al 89%, un cambio de 20 veces. Los científicos estiman que alrededor de 11.100 millones de artículos de plástico están enredados en los arrecifes de toda la región de Asia y el Pacífico, y que esto probablemente aumentará un 40% en los próximos siete años.
Los corales son pequeños animales con tejido vivo que se adhieren y se complementan para formar "apartamentos" o arrecifes. Los patógenos bacterianos viajan a bordo de los plásticos, alterando los delicados tejidos de coral y su microbioma. "Lo que es preocupante acerca de las enfermedades de los corales es que una vez que ocurre la pérdida del tejido coralino, no regresa –explica Lamb–. Es como tener gangrena en el pie y no hay nada que puedas hacer para evitar que afecte a todo tu cuerpo".
Lamb y sus colegas evaluaron 159 arrecifes de coral de Indonesia, Australia, Myanmar y Tailandia, examinando visualmente cerca de 125.000 corales constructores de arrecifes en cuanto a la pérdida de tejido y lesiones de enfermedades. El número de artículos de plástico varió ampliamente, de 0,4 artículos por 100 metros cuadrados en Australia (aproximadamente el tamaño de un apartamento de dos habitaciones en Manhattan, Nueva York, Estados Unidos), a 25,6 artículos por cada 100 metros cuadrados en Indonesia.
Hasta 12 millones de toneladas llegan al océano en un año
Esto es significativo dado que se estima que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de desechos plásticos llegarán al océano en un solo año, dice Lamb. Los científicos pronosticaron que para el año 2025, el plástico que ingresa al medio marino aumentará a aproximadamente 15.700 millones de artículos de plástico en los arrecifes de coral, lo que podría conducir a la enfermedad de la banda que erosiona el esqueleto del coral, enfermedad de la banda blanca y de la banda negra.
"Nuestro trabajo muestra que la contaminación plástica está matando a los corales. Nuestro objetivo es centrarnos menos en medir las cosas que mueren y más en encontrar soluciones", dice la autora principal Drew Harvell, profesora de Ecología y Biología Evolutiva. "Aunque no podemos detener el gran impacto del calentamiento global en la salud de los corales en el corto plazo, este nuevo trabajo debería impulsar políticas para reducir la contaminación por plásticos", propone.
Los arrecifes de coral son hábitats productivos en medio de aguas pobres en nutrientes, según Harvell. Gracias a la relación simbiótica entre los corales y sus algas de energía solar, "este milagro de la construcción crea las bases para la mayor biodiversidad en nuestros océanos", añade. "Los corales están creando un hábitat para otras especies, y los arrecifes son fundamentales para la pesca", afirma.
"Este estudio demuestra que las reducciones en la cantidad de desechos plásticos que llegan al océano tendrán beneficios directos para los arrecifes de coral al disminuir la mortalidad asociada a enfermedades", concluye Lamb.
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