SEO/BirdLife ha advertido de que los cambios meteorológicos drásticos de la primavera afectan a la productividad de las aves y que la tendencia al calentamiento está confirmando la tendencia negativa de pequeñas aves comunes como verderones o herrerillos en los últimos 20 años.
Así, la ONG señala que la reproducción de las aves está normalmente relacionada con la cantidad de alimento disponible así como con los fenómenos meteorológicos y la mayoría de las aves comunes que sigue y estudia con su programa de anillamiento Paser señala que estas se alimentan sobre todo de larvas durante la primavera, porque son ricas en proteínas y aportan un gran valor energético a los pollos.
Sin embargo, de acuerdo con datos de la primavera de 2016, la tendencia poblacional fue negativa para especies comunes incluidas en este programa, como el verderón común, el herrerillo común o la curruca capirotada.
En este contexto, recuerda que los meses de febrero y julio fueron bastante húmedos en cuanto a precipitaciones, ya que la media de febrero a mayo en cuanto a lluvias fue muy superior a años anteriores. Por el contrario, en mayo y junio, tuvieron escasas precipitaciones y temperaturas más altas de lo habitual según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que este año prevé temperaturas superiores a las normales y precipitaciones normales para esta primavera.
Así, SEO/BirdLife vincula este cambio drástico con la disminución del éxito reproductor en la mayoría de las aves, cuyos pollos tuvieron dificultades para salir adelante y considera "irrefutable" que el cambio climático está dando pie a fenómenos climatológicos más bruscos y que cada vez van a ser más frecuentes.
Anillamiento
En este contexto, la ONG ha iniciado de nuevo el programa Paser en el que numerosos voluntarios trabajan en estaciones elegidas para los anilladores, que realizan al menos 10 jornadas de anillamiento de marzo a agosto.
En estos lugares se ubican las redes japonesas con las que se capturaran las aves que se identificarán, dataran, medirán y se liberarán una vez anilladas.
Las redes siempre se colocan en el mismo lugar durante todas las jornadas, y se establece un esfuerzo de cinco horas desde el amanecer, es decir, que la jornada de campo siempre comienza antes de que se haga día, y por tanto el horario varía a medida que la hora de amanecer varía.
Cada año, los anilladores de la estación volverán al mismo lugar a repetir el muestreo, y con los datos obtenidos se podrán analizar diversos parámetros de las aves comunes reproductoras en España, ya que se repiten las mismas condiciones en los mismos lugares en las mismas fechas todos los años.
Finalmente, destaca que "cualquier colaboración voluntaria es bienvenida" y permite que este programa sea el más veterano de la ONG, ya que comenzó en 1995 y desde entonces ha obtenido información sobre la reproducción de las aves que no se consigue con otros programas de ciencia ciudadana, ya que se toman datos que sin la captura del ave no se pueden obtener como la edad o el sexo.