Las instituciones de la Unión Europea han alcanzado este jueves un principio de acuerdo sobre la revisión del sistema de comercio de emisiones de CO2 (ETS, por sus siglas en inglés), que se aplicará a partir de 2021 y forma parte del conjunto de medidas del bloque comunitario para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París en materia de reducción de emisiones.
El sistema ETS funciona desde 2005 y limita las emisiones de más de 11.000 centrales eléctricas y plantas industriales a través de un nivel máximo que se reduce cada año. En conjunto, abarca el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE y el objetivo para 2030 es conseguir un recorte del 43% en las incluidas en este sistema.
En concreto, los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE –la institución que representa a los Estados miembros– alcanzaron un acuerdo preliminar para introducir cambios en su funcionamiento de cara la próxima década, que ahora deben recibir el respaldo formal de ambas instituciones.
Así, el acuerdo recoge que el recorte anual de créditos subastados en este sistema, llamado "factor de reducción lineal", será del 2,2% cada año, frente al 1,74% que se aplica en la actualidad. Este factor podrá revisarse con vistas a incrementar el recorte, pero siempre a partir de 2024.
Absorber el exceso de emisiones anuales
También incluye un compromiso para duplicar la capacidad del mecanismo de estabilidad de mercado (MSR) que absorberá el 24% del exceso de emisiones anuales, durante los primeros cuatro años, con el objetivo de incrementar el precio de los derechos de emisiones y provoca así un recorte de las mismas.
"El acuerdo de hoy demuestra que la UE está convirtiendo sus compromiso y ambición de París en acciones concretas. Poniendo en marcha la legislación necesaria para fortalecer el sistema de comercio de emisiones y obtener resultados en los objetivos climáticos, Europa está liderando de nuevo la lucha contra el cambio climático", ha destacado el comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete.
No obstante, el acuerdo ha sido criticado por la Asociación Europea del acero (Eurofer), cuyo director general, Axel Eggert, ha asegurado que se "queda corto" en el objetivo de asegurar la "igualdad de condiciones" para la industria acerera europea.
"Reconocemos los esfuerzos del Parlamento Europeo para garantizar la competitividad global de la industria del acero europea. Sin embargo, el acuerdo se queda corto para alcanzar este objetivo, dado que incluso las plantas de acero más eficientes en Europa se enfrentarán probablemente a costes significativos", ha lamentado en un comunicado.