La emblemática jirafa (Giraffa camelopardalis), el mamífero terrestre más alto y uno de los animales más reconocibles del planeta, se encuentra ahora amenazada de extinción, según la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.
La especie, difundida en África Austral y Oriental, con algunas subpoblaciones pequeñas y aisladas en África Central y Occidental, ha pasado de la categoría de preocupación menor a vulnerable a causa de una dramática disminución de entre 36% y 40% en su tamaño poblacional, que era de aproximadamente 151.702 - 163.452 individuos en 1985 y se redujo a 97.562 en 2015.
Las causas del "devastador declive" que empujan a la especie hacia la extinción son la pérdida de hábitat, los conflictos civiles y la caza ilegal. De las nueve subespecies de jirafas, tres tienen poblaciones en aumento, cinco en disminución y una es estable.
La nueva Lista Roja, que se dio a conocer el pasado jueves en Cancún (México), donde se celebra la XIII Conferencia de las Partes de la Convención marco de Diversidad Biológica, incluye 85.604 especies evaluadas, de las cuales 24.307 especies están amenazadas, lo que representaría cerca del 28 %. Un total de 860 especies están ya extintas, 5.210 están en peligro crítico, 7.781 en peligro, 11.316 en situación vulnerable y 5.498 al borde de la amenaza.
La directora general de la UICN, Inger Andersen, ha advertido de que muchas especies están desapareciendo antes incluso de ser descritas. “Esta actualización de la Lista Roja muestra que la magnitud de la crisis global de extinción podría ser todavía mayor de lo que pensábamos. Los gobiernos reunidos en la cumbre de biodiversidad de las Naciones Unidas en Cancún tienen la inmensa responsabilidad de intensificar esfuerzos para salvaguardar la biodiversidad de nuestro planeta, no sólo por su propio bien, sino también para responder a necesidades imperativas humanas como la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.”
La nueva lista incluye también la primer evaluación de avena, cebada, mango y otros cultivos silvestres, ya que estas especies son cada vez más críticas para la seguridad alimentaria y su diversidad genética puede ayudar a mejorar las cosechas para que sean más resistentes a las sequías y a la salinidad.
Más de 700 especies de aves
La UICN también ha incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas a un total de 742 nuevas especies de aves y de éstas, el 11% sufre algún tipo de amenaza. El cucarachero paisa (Thryophilus sernai), por ejemplo, está clasificado en la categoría en peligro, puesto que la mitad de su hábitat podría desaparecer con la construcción de una presa que ya está planificada. La llamativa vanga azul de Comoras (Cyanolanius comorensis) también se encuentra en peligro a causa de la pérdida de hábitats debida a la expansión agrícola y la degradación por plantas invasoras.
La evaluación muestra también que algunas de las aves de jaula más "codiciadas", como los loros o cotorras, podrían dejar de existir en estado salvaje si no se adoptan medidas "urgentes". Se trata de especies icónicas, que se enfrentan a la extinción por el aumento de capturas y por la pérdida de su hábitat.
El estudio refleja que la presión a la que están sometidas las aves es "especialmente significativa" en Asia, donde hay "evidencias" de niveles insostenibles de capturas de aves silvestres en todo el continente y, especialmente, en Java. Esta presión, según BirdLife, deteriora el estado de conservación de múltiples especies, incluido un elevado número de aves en las categorías de amenazas más alta o que han visto como su riesgo de extinción subía en la evaluación de 2016.
Asimismo, trece de las nuevas especies reconocidas han pasado directamente al epígrafe de extintas. Se trata de varias especies que cuyo rastro se ha perdido hace 50 años, como el Acroceophalus Yamashinae, el loxops Wolstenholmei y el Himatione Fraithii. Todas estas especies eran endémicas de estas islas asiáticas, pero podrían haber sido barridas por las especies invasoras.
También el comercio de especies ha producido efectos devastadores en África, donde el loro gris o el yaco han visto pasar su estado de la categoría de Vulnerable' a En peligro por primera vez. De hecho, un estudio dirigido por BirdLife International concluye que en algunas partes de África el número de ejemplares ha descendido en un 99%.
En cualquier caso, la Lista Roja tiene también "buenas noticias", porque algunas de las especies más raras y vulnerables del planeta, las que habitan en islas pequeñas y aisladas, han mejorado su estado de conservación. Este es el caso del camachuelo de las Azores, el chortilejo de San Helena o el anteojitos de Marianne, propio de las islas Seychelles.
En este contexto, el coordinador de Global Science, Ian Butterfiel, ha destacado que la diversidad de la avifauna se había subestimado en más de un 10% lo que supone que una décima parte de las especies de aves del mundo volaban sin ser detectadas por el radar de la conservación.
"El conocimiento de nuevas especies que aporta la edición actualizada de la Lista Roja Mundial de Especies Amenazadas nos ayudará a determinar las prioridades de conservación y financiación en el futuro", ha destacado.
En España, peligro para la pardela balear
En cuanto a España, la evaluación incluye en la Lista Roja un total de 379 especies y subespecies de aves y advierte de que la especie más amenazada es la pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa y que está en el apartado de en peligro crítico.
Además, la Lista incorpora una nueva especie: el pinzón azul de Gran Canaria, hasta ahora reconocida como subespecie del pinzón azul del Teide. Nada más estrenarse se suma a la lista de aves en peligro, junto a otras dos incluidas en este nivel: la malvasía cabeciblanca y el alimoche común.
En el epígrafe de vulnerables se encuentra una docena de especies españolas como el águila imperial ibérica, la avutarda o la tórtola europea. También hay otras 23 especies catalogadas como casi amenazadas, es decir, a punto de pasar a la categoría de vulnerable si su situación no cambia.
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