"Después de llegar al número de casos más bajo de la década en el año 2016, estamos observando un aumento dramático en las infecciones y los brotes", dice Zsuzsanna Jakab, directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado publicado esta semana.
"Hacemos un llamamiento a todos los países a que implementen inmediatamente amplias y apropiadas medidas para detener la propagación del sarampión. Una buena salud para todos comienza con la inmunización, y mientras no se elimine esta enfermedad, no estamos cumpliendo con nuestros objetivos de desarrollo sostenible".
En siete países europeos se han dado 1.000 infecciones en niños y adultos este año (Francia, Georgia, Grecia, Italia, Rusia, Serbia y Ucrania). Ucrania ha sido el más afectado, con más de 23.000 personas, lo que supone más de la mitad del total. Ha habido muertes relacionadas con el sarampión en todos estos países, con Serbia a la cabeza.
Desigualdad en la eliminación
Según la última evaluación de la Comisión Europea de Verificación Regional para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola (RVC, por sus siglas en inglés), 43 de los 53 Estados miembros han interrumpido la propagación endémica del sarampión y 42 la de la rubéola (según informes de 2017).
Por otro lado, la RVC expresó su preocupación sobre la vigilancia inadecuada de la enfermedad y la baja cobertura de inmunización en algunos países. "Este retroceso parcial demuestra que cada persona que no es inmune sigue siendo vulnerable sin importar dónde viva y cada país debe seguir presionando para aumentar la cobertura", explica Nedret Emiroglu, director de la División de Emergencias Sanitarias y Enfermedades Transmisibles de la Oficina Regional de la OMS para Europa.
El virus del sarampión es muy contagioso y se propaga fácilmente entre individuos. Para prevenir los brotes, es necesaria al menos el 95% de la cobertura de inmunización con dos dosis de vacuna, por lo que son necesarios esfuerzos para llegar a niños, adolescentes y adultos que omitieron dicha vacunación en el pasado.
Esta cobertura de dos dosis aumentó de media del 88% de los niños en 2016 al 90% en 2017, pero persisten grandes disparidades a nivel local: algunas comunidades tienen más del 95% de cobertura y otras están por debajo del 70%.
La OMS colabora estrechamente con los estados que se enfrentan actualmente a brotes epidémicos para implementar medidas de respuesta, incluida una mayor inmunización sistemática y complementaria, así como una mayor vigilancia para detectar rápidamente los casos. Además, está trabajando con otros países para alcanzar el umbral del 95%.
"En esta coyuntura, debemos celebrar nuestros logros sin perder de vista a los que aún son vulnerables y cuya protección requiere nuestra atención urgente y permanente. Podemos detener esta enfermedad mortal, pero no tendremos éxito a menos que todos pongan de su parte: inmunizar a sus hijos, a sí mismos, a sus pacientes, a sus poblaciones, y también recordarles a los demás que la vacunación salva vidas”, concluye Jakab.
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