El Día Mundial de los Humedales se celebra el 2 de febrero desde 1977 en conmemoración de la adopción del Convenio sobre los Humedales en Ramsar, Irán, en 1971. Los humedales son ecosistemas de un gran valor ecológico por su diversidad biológica y su capacidad para regular el clima. Además, tienen un función estratégica de cara al cambio climático ya que son los principales fijadores de carbono de la atmosfera lo que los convierten en unos aliados estratégicos de primer orden en la lucha contra el cambio climático.
Con motivo de este día, la organización conservacionista SEO/BirdLife ha querido poner en valor el análisis –llevado a cabo por ésta misma– sobre las amenazas que afectan a los tres humedales más relevantes de España: Donaña, Delta de l’Ebre y l’Abufera de Valencia. Y concluye que su actual situación puede ser irreversible si no se actúa con rapidez.
“No nos podemos permitir aplazarlo un año más. La situación de Doñana, Delta de l’Ebre y L’Albufera de Valencia está entrando en un punto de no retorno. Nuestros nietos ya no podrán ver los humedales que conocieron sus abuelos pero, si no actuamos, tampoco verán los humedales tal y como los conocimos nosotros”, señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.
Aproximadamente un 60% de los hábitats de agua dulce del continente europeo se encuentra en un estado de conservación desfavorable. En el caso de España, el porcentaje se eleva hasta el 80%. La situación se refleja en las poblaciones de peces de agua dulce pues, según los datos oficiales, el 92% de las valoraciones sobre especies piscícolas señalan un mal estado de conservación.
La amenaza de las actividades humanas
Además de las molestias humanas, la mala gestión del agua y el cambio climático, las principales causas son la extracción de aguas, los vertidos y la sobreexplotación de las aguas subterráneas. Todas juntas generan impactos en la fauna, en la flora y en la disponibilidad de recursos para el ser humano (agua fresca, prevención frente a desastres naturales, etc.). Por ejemplo, y de acuerdo con los datos de SEO/BirdLife, estas amenazas ponen en riesgo la conservación de las poblaciones de aves en el 83% de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA, por sus siglas en inglés) que dependen del agua en España.
Estas tres amenazas son, precisamente, las que más afectan a Doñana, Delta de l’Ebre y l’Albufera de Valencia, los humedales de mayor relevancia ecológica en España. Entre los tres espacios suman más del 25% de las especies acuáticas invernantes censadas en España –una media de 600.000 ejemplares–, y en conjunto superan en primavera las 60.000 parejas reproductoras.
Además, los tres se sitúan en la parte baja de las grandes cuencas y acumulan las amenazas de sus territorios. También, cumplen al menos seis de los nueve criterios por los que el Convenio Ramsar declara a un humedal de interés internacional.
A pesar de todo ello, ninguno cuenta con un adecuado plan de gestión para sus espacios protegidos de la Red Natura 2000, y los respectivos planes hidrológicos no integran adecuadamente las obligaciones europeas de conservación de la naturaleza.
“Los responsables de la política de aguas disponen de la información científica suficiente para comprender la necesidad urgente de tomar medidas para conservar los tres humedales más importantes de España. Las escasas medidas que se han tomado hasta la fecha han demostrado ser insuficientes y, de seguir así, llevaremos estos ecosistemas al punto de no retorno al que ya hemos llevado otros humedales relevantes”, asegura Roberto González, responsable del programa Alas sobre agua de SEO/BirdLife.
Medidas insuficientes
El Delta de l'Ebre tiene gran importancia, dada su ubicación en la desembocadura del río más caudaloso de España. Entre sus aportaciones al mar Mediterráneo, se encuentra un vertido de aguas en época de puesta que, para el año siguiente, puede propiciar unas capturas próximas a los 114 kilos en la flota pesquera del entorno del Delta. No obstante, la erosión de la costa, la explotación de embalses y el cambio climático están reduciendo estas y demás aportaciones.
En cuanto a Doñana, el único humedal español declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el más extenso del país, son muchas las amenazas sobre su longevidad: la sobreexplotación del acuífero, la pérdida de hectáreas, 18 sectores con diversos grados de alerta, la alteración del funcionamiento hidrológico de ríos y arroyos que vierten sus aguas, y los efectos negativos sobre la comunidad ornitológica de la marisma.
Por su parte, l'Albufera solía ser un ecosistema único en Europa. A día de hoy, la laguna está fundamentalmente poblada por microalgas (fitoplancton) que cubren su superficie, impidiendo el desarrollo subacuático de flora y una consecuente reducción de fauna piscícola y ornitológica. A esto se añaden las aguas residuales y los retornos de riego que, gracias a productos fertilizantes y detergentes, desequilibran el ciclo de nutrientes y favorecen el crecimiento de las microalgas.
Las medidas para evitar el deterioro de estos ecosistemas no han sido suficientes, motivo por el cual SEO/BirdLife ha instado a las Confederaciones Hidrológicas y los organismos correspondientes a ponerse manos a la obra, detallando las necesidades de cada espacio y los procedimientos necesarios para una conservación adecuada y favorable.