Los mamuts y rinocerontes lanudos vivieron en el noreste peninsular durante el Paleolítico medio. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio paleontológico recientemente publicado en la revista Paleo3, liderado por la Universidad de Oviedo, en el que ha participado el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), así como miembros de la Universidad Rovira i Virgili y el IPHES,
El análisis de más de 25.000 restos de ungulados procedentes del yacimiento de la Cova de les Teixoneres (Moià, Barcelona) , datados entre los 45.000 y los 50.000 años de antigüedad, indica una mezcla de animales templados, como el corzo y el asno silvestre, con animales fríos propios del otro lado de los Pirineos, como el mamut y el rinoceronte lanudo, además de otras especies con una gran tolerancia climática, como el ciervo, el caballo, el uro, la cabra, el rebeco y el jabalí.
La variedad de animales de Teixoneres fue consecuencia de la diversidad de ambientes alrededor de la cueva, que combinaba ambientes esteparios y praderas, con áreas boscosas y zonas escarpadas. Según Ruth Blasco, especialista en Tafonomía del CENIEH y codirectora del yacimiento, “esta diversidad facilitaría sin duda la presencia de un buen elenco de predadores, como son las hienas de las cavernas, las auténticas protagonistas de la cueva, los leones, los osos de las cavernas y también de los grupos de neandertales”.
Un refugio templado
Esta presencia de animales fríos plantea además interesantes cuestiones de tipo biogeográfico y paleoecológico. Queda por esclarecer si estos animales fríos llegaron a la comarca barcelonesa del Moianès empujados por una pulsación climática fría o, por el contrario, formaban parte de una población autóctona, en cuyo caso, sería la más meridional de Europa occidental.
Los Pirineos y la Cordillera Cantábrica actuaron frecuentemente como una barrera biogeográfica que convertía a la Península Ibérica en un refugio para especies más templadas. “Por esta razón, las noticias de la presencia de especies frías como el mamut, el rinoceronte lanudo o el reno en los yacimientos del Paleolítico medio peninsular suelen ser más bien escasas”, afirma Ruth Blasco.